martes, 9 de enero de 2018

Camille Claudel: todo en contra

1 comentario:


  1. De alumna pasaría pronto a convertirse en musa, para escándalo de su madre tradicionalista, pues el rostro de Camille empezó a aparecer de manera constante en la obra de Rodin. Y de musa, a amante, viviendo un tiempo dorado y soñado por aquella niña que jugaba a ser escultora. Camille Claudel se convirtió en compañera del gran escultor al que acompañaba a las reuniones artísticas de la capital y del que aprendió el arte de esculpir llegando a alcanzar, sino superar, el talento de Rodin.

    Fueron años de amplia creación artística por parte de la ya escultora Camille quien, sin embargo, era objeto de comentarios desafortunados que ponían en duda su capacidad artística. La sombra del maestro era demasiado larga y muchos pensaron que sus geniales creaciones eran obra de Rodin o realizadas con su ayuda. Era impensable que aquella joven hermosa y de aspecto frágil fuera capaz de crear esculturas como la bella Sakountala. Empezó entonces una relación tormentosa, en la que Camille seguía perdidamente enamorada del hombre al que también odiaba por recibir reconocimiento público, constantes encargos y alabanzas en todas sus exposiciones, mientras ella no escapaba del cliché de mujeredsenlahistoria.com
    Es inexplicable que hallamos sobrevivido como especie. Desde Juana de Arco a la fecha, las diferencias son de grado.
    Las mujeres aun ocultamos que vivimos solas, es como vergonzante.
    Se siente la mirada, extraña, cierta perplejidad. Existen normas para la vida diaria de una mujer. Si uno grita de dolor, esto es tomado para algo cómico, para divertirse. Esto es algo menor.
    Lo que se lee y escucha en los ámbitos artísticos es estremecedor, Todo lo que se hace, agrava el problema. En la casa Museo de Rodin, estuve en febrero de 2016, y escuché y miré alguna obra de Camile. Su imagen me persigue. Pionera, valiente. Desafiante ante tanta incomprensión.

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