sábado, 26 de noviembre de 2016

JAN BRUEGHEL DE VELOURS

Oído "Los Sentidos" / Jan Brueghel de Velours
Posted: 05 Dec 2012 01:27 AM PST


Museo del Prado

Jan Brueghel de Velours
Formando parte de la serie de los Cinco Sentidos y teniendo como compañeros a la Vista, el Gusto, el Olfato y el Tacto, el Oído está representado por instrumentos musicales. Al fondo de la escena y en la zona de la izquierda contemplamos, gracias a la iluminación que penetra por una ventana que no vemos, un grupo de músicos cantando y tocando alrededor de una mesa. En primer plano, se sitúa Venus con un amorcillo también cantando, acompañados de un ciervo, símbolo del oído. El gesto de Venus, mirando al espectador, es una invitación para hacernos partícipes en el concierto. La estancia está presidida por una amplia galería de tres arcos de medio punto con tirantes que nos permiten observar los jardines del Palacio de Mariemont, residencia de descanso de los Archiduques Isabel Clara Eugenia y Alberto de Austria, gobernadores de los Países Bajos y grandes mecenas. En las paredes de la estancia se aprecian numerosos cuadros, muestra del amplio gusto por el coleccionismo artístico desarrollado durante el Barroco Flamenco. En un aparente desorden podemos contemplar, distribuidos por el suelo de la habitación, una excelente colección de instrumentos musicales y de partituras. La obra se considera colaboración entre Rubens - quien se encargaría de las figuras principales en las que muestra su estilo particular - y Jan Brueghel - ocupado de todos los demás elementos que configuran la escena, mostrando su calidad y preciosismo a la hora de realizar los detalles de los objetos -. La riqueza visual de este tipo de trabajos hace que sean de los más admirados por los numerosos visitantes del Museo del Prado.
http://museodelarte.blogspot.com

3 comentarios:

  1. Encaminarse hacia el teclado que presenta Jan Brueghel de Velours y de pronto empezara a sonar. Esta situación la conocí únicamente por la "pianola"; estaba acoplada a los pianos antiguos y se escuchaba la pieza que se seleccionara.Además otro instrumento que utilicé fue el metrónomo, para mí solo resultaba una molestia, ya que sacrifiqué el virtuosismo por la expresión. No resultó este método.¡ Quien se resistía ante una partitura de Beethoven!. Ocasionalmente, escucho música electrónica y me resulta apasionante por las sensaciones que despierta. No la conozco lo suficiente.

    ResponderEliminar
  2. En este blog, el 6 de diciembre de 2012.

    ResponderEliminar
  3. Brueghel de Velours, Jan
    Mercedes Royo-Villanova
    (Bruselas, 1568-Amberes, 1625). Pintor flamenco. Miembro de una familia de grandes artistas, hijo de Pieter Brueghel el Viejo y nieto de Pieter Coecke y de Mayken Verhulst Bessemers, que, según la tradición, fue su primera maestra, ya que su padre murió cuando él era un niño. El tratadista Karel van Mander relata que estudió con Pieter Goetkind. Aunque la obra de su genial progenitor dejó huella en la suya, tuvo siempre claro su camino sin repetir de forma estereo­tipada las creaciones de su padre, como hizo su hermano Pieter. Se le llamó Brueghel de Velours (de Terciopelo), de las Flores o del Paraíso por su técnica pictórica y por algunos de los temas de sus obras. También es conocido como Jan Brueghel el Viejo para distinguirlo de su hijo Jan, hábil discípulo y colaborador suyo. Alcanzó un gran éxito profesional y social durante su vida y tuvo una pléyade de seguidores durante los siglos XVII y XVIII, pero ninguno alcanzó la perfección de su técnica. En 1590 viajó a Nápoles, luego a Roma y Milán, donde vivió en casa del cardenal Federico Borromeo, gran cliente y admirador suyo con quien estuvo en contacto hasta el final de sus ­días. En 1596 volvió a Amberes, donde en 1601 fue decano del Gremio de San Lucas. Después de su estancia en Praga en 1604, entró en contacto con los archiduques Alberto e Isabel Clara Eugenia; fue junto con Rubens uno de sus pintores favoritos, y pintor de la corte desde 1606. Cuando en 1618 visitaron Amberes los archiduques, el municipio decidió regalarles una muestra de los doce mejores pintores de la ciudad que consistió en dos grandes lienzos con el tema de la alegoría de los sentidos, y Jan Brue­ghel fue elegido director del proyecto, en el que colaboraron pintores de la talla de Rubens y Frans Snyders. Réplicas de estos dos lienzos pertenecen al Museo del Prado: La Vista y el Olfato y su pareja de idénticas medidas El Gusto, el Oído y el Tacto. Los originales debieron desa­­parecer en el incendio del palacio de Coudenberg en Bruselas en 1731. Otra serie de cinco tablas, que representan los cinco sentidos, también del Prado, fue realizada en colaboración con Pedro Pablo Rubens. El estilo de Jan Brueghel en sus comienzos sigue la tradición del siglo XVI influido por los grandes pintores del paisaje Joachim Patinir, Henri Met de Bles y Cornelis van Dalem, y su padre Pieter Brueghel el Viejo. Ya en los primeros años del siglo XVII, su espíritu innovador se hace visible y sus paisajes panorámicos, montañosos y de bosques frondosos se van convirtiendo en paisajes menos pintorescos y más realistas, más llanos, menos imaginarios y distantes y las líneas horizontales van dominando las composiciones. En la primera década del siglo XVII ya ha experimentado sus cambios fundamentales y dispone de un repertorio variado que seguirá inspirándole hasta su muerte. Le unió una gran amistad con ­Rubens, Joost de Momper, Hendrick van Balen y Sebastian Vrancx, con los que colaboró realizando obras conjuntas con asiduidad. Cultivó con éxito varios géneros de la pintura, pero es famoso especialmente por sus bellísimos paisajes y naturalezas muertas: bodegones, guirnaldas y floreros. Fue uno de los creadores de la pintura de gabinetes y abordó ­temas religiosos, mitológicos, alegóricos y de género (costumbristas) ­realizando las figuras no solo en sus pinturas, sino en las de otros artistas, como sucedió en su larga y fecunda colaboración con Joost de Momper, en la que éste realizaba los paisajes. De ello citaremos como ejemplo Excursión campestre de Isabel Clara Eugenia o La infanta Isabel Clara Eugenia en el parque de Mariemont. Ambos, recogidos en el inventario del Alcázar de Madrid ya en 1636, y hoy en el Prado, describen escenas de la vida de la infanta con sus damas en su palacio desaparecido de las cercanías de Bruselas. (...)
    www.museodelprado.es

    ResponderEliminar