viernes, 17 de junio de 2016

Charla "Borges y la física cuántica"de Alberto Rojo

1 comentario:

  1. Metáfora del Tiempo[editar]

    Borges en 1976
    En el cuento, "El jardín de senderos que se bifurcan" es el nombre de una supuesta novela china, que representaría el Tiempo, pero Borges trivializa este tema al escribir en el prólogo de Ficciones que "El jardín de senderos que se bifurcan" es una pieza policial. En el cuento se lee la explicación:
    "El jardín de senderos que se bifurcan es una enorme adivinanza, o parábola, cuyo tema es el tiempo; esa causa recóndita le prohíbe la mención de su nombre. Omitir siempre una palabra, recurrir a metáforas ineptas y a perífrasis evidentes, es quizá el modo más enfático de indicarla. Es el modo tortuoso que prefirió, en cada uno de los meandros de su infatigable novela, el oblicuo Ts'ui Pên. (...) no emplea una sola vez la palabra tiempo. La explicación es obvia:"El jardín de senderos que se bifurcan" es una imagen incompleta, pero no falsa, del universo tal como lo concebía Ts'ui Pên. A diferencia de Newton y de Schopenhauer, no creía en un tiempo uniforme, absoluto. Creía en infinitas series de tiempos, en una red creciente y vertiginosa de tiempos divergentes, convergentes y paralelos. Esa trama de tiempos que se aproximan, se bifurcan, se cortan o que secularmente se ignoran, abarca todas la posibilidades."1
    Véase también[editar]
    El uso que hace Gilles Deleuze de esta historia para ilustrar el concepto leibniziano de la existencia simultánea de varios mundos disjuntos
    Paradoja de los futuros contingentes (en inglés)
    es.Metáfora del Tiempo[editar]

    Borges en 1976
    En el cuento, "El jardín de senderos que se bifurcan" es el nombre de una supuesta novela china, que representaría el Tiempo, pero Borges trivializa este tema al escribir en el prólogo de Ficciones que "El jardín de senderos que se bifurcan" es una pieza policial. En el cuento se lee la explicación:
    "El jardín de senderos que se bifurcan es una enorme adivinanza, o parábola, cuyo tema es el tiempo; esa causa recóndita le prohíbe la mención de su nombre. Omitir siempre una palabra, recurrir a metáforas ineptas y a perífrasis evidentes, es quizá el modo más enfático de indicarla. Es el modo tortuoso que prefirió, en cada uno de los meandros de su infatigable novela, el oblicuo Ts'ui Pên. (...) no emplea una sola vez la palabra tiempo. La explicación es obvia:"El jardín de senderos que se bifurcan" es una imagen incompleta, pero no falsa, del universo tal como lo concebía Ts'ui Pên. A diferencia de Newton y de Schopenhauer, no creía en un tiempo uniforme, absoluto. Creía en infinitas series de tiempos, en una red creciente y vertiginosa de tiempos divergentes, convergentes y paralelos. Esa trama de tiempos que se aproximan, se bifurcan, se cortan o que secularmente se ignoran, abarca todas la posibilidades."1
    Véase también[editar]
    El uso que hace Gilles Deleuze de esta historia para ilustrar el concepto leibniziano de la existencia simultánea de varios mundos disjuntos
    Paradoja de los futuros contingentes (en inglés)
    es.wikipedia.org

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