jueves, 17 de septiembre de 2015

JENNA BURCHELL / ESCULTURAS SONORAS

JENNA BURCHELL


JENNA BURCHELL (1985) es un artista sudafricano interdisciplinario que alcanzó una licenciatura en Bellas Artes por la Universidad de Pretoria, Sudáfrica, 2007.
La práctica de Burchell emana de su deseo de activar espacios de lo contrario banales y crear experiencias sensoriales inmersivos. Su metodología se trasluce en esculturas interactivas, instalaciones a gran escala y el arte del performance y el cuerpo que presentan momentos transitorios de intercambio entre las interacciones humanas impredecibles, la innovación tecnológica meticulosa y arte. "Creo que es a través de la conexión de estos elementos que podemos inspirar el futuro de la experiencia humana.
Teniendo a menudo en una estética biomimético, ejecutado con el minimalismo de la filosofía de la Bauhaus (función antes de formulario); movimiento sensored humedales luz y toque bosques cobre audial sensibles, las obras de Burchell dibujan en tela de juicio lo familiar y no familiar y lo natural y lo artificial.
Su proceso de colaboración implica y conecta comunidades, lugares y países de todo el mundo. Partiendo de su experiencia personal de vivir en una familia de la diáspora, su trabajo gira en torno a las nociones de la casa, la memoria, la tierra y la pertenencia cultural. Los ambientes creados invitan al espectador a examinar más a fondo estas nociones y los medios tecnológicos a través de los cuales se forman y se mantienen en nuestro zeitgeist relaciones.
"Las crecientes espacios entre las personas y las familias como resultado de la mano de obra migrante han llegado a definir la experiencia humana de la globalización. Tratamos de llenar estos espacios entre-con tecnologías de telecomunicaciones, redes sociales, y el transporte de largo a los países que aún no llamamos a casa. "
Burchell ha sido el ganador del Premio Mnyele Thami Bellas Artes (2011), Arteles Arte Residencia en Finlandia (2012), el Fondo de las Artes Ithuba (2013) y la Comisión de Arte Público Soundlands en Bangor, Gales (2015). Ella ha tenido viajando exposiciones individuales, que se exhiben en las instituciones internacionales como el Museo Nacional Smithsonian, y en ferias de arte como Art15 Londres y de la feria de arte FNB de Johannesburgo. Burchell está representado en la Universidad de Sudáfrica (UNISA) Colección de Arte, así como de colecciones privadas y corporativas.
sulger-buel-lovell.com

4 comentarios:

  1. Los geógrafos es un proyecto que investiga el paisaje socio-emocional de las personas nómadas en Sudáfrica. Ellos exploran cómo la actividad humana afecta y es afectada por las características físicas de la tierra, incluyendo la distribución de la población, los recursos y las actividades económicas y políticas socio. El proyecto aparece como tres columnas de acero de oro bellas instalan en un paisaje. Cada columna contiene una historia de audio delicadamente compuesta entrelazados con notas armónicas que se pueden reproducir con un simple toque. Estas composiciones son el resultado de un viaje del artista Jenna Burchell ha emprendido a través de partes de Sudáfrica para entrevistar y captura de audio la historia de cómo las personas que viven nómada navegar en su comprensión del amor, el hogar, la tierra y la pertenencia cultural. Este instrumento de la técnica, que es un medio a través del cual el artista comparte sus hallazgos, crea un viaje para el público para desplazarse por la experiencia y descubrir por sí mismos lo que los resultados de la investigación son y cuál es el mensaje del proyecto es. La primera instalación de Los geógrafos se llevó a cabo en el desierto de Karoo revela grabaciones de la ciudad temporal de Afrika Burn 2015. Los geógrafos es financiado por Afrika Burn Arte de Grant, Ingmar Ingeniería y CC y energía solar. Un agradecimiento especial a Leinster Grimes por su constante colaboración en la ingeniería electrónica y de un fuego en el cielo de la tripulación por su Asistencia con la instalación de los geógrafos en Marte (Afrika quemar). www.jennaburchell.com

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  2. BAUHAUS: Su filosofia No habría mas arte por el arte; el arte debía ser una actividad responsable.
    Diseño grafico como categoría diciplinaria.
    Superar la división entre bellas artes y artes aplicadas se convirtieron en los objetivos de la Bauhaus. En un comienzo , la filosofía que entablaba Bauhaus era que lo practico era objetivo pero al final quedo con la idea de que el diseño debe reguirse por los parametros de lo funcional. Es por ello que bauhaus puso en practica su teoria dentro de las aulas de clases donde estas se transformaron en talleres, en que se pedía a los estudiantes que, partiendo de cero, investigaran materiales de todo tipo teniendo en cuenta su utilidad práctica y estética para diseñar el entorno donde la maquina ya no se consideraba una amenaza sino una colaboradora.
    "El estilo de la Bauhaus se caracterizó por la ausencia de ornamentación en los diseños, incluso en las fachadas, así como por la armonía entre la funcion y los medios artísticos y técnicos de elaboración."
    en sintexis podemos decir que la filosofia que predicaba bauhaus era de un trabjo basado en el funcionalismo como por ejemplo :el edificio con un buen funcionamiento, diseñado para hacer la vida de la gente más fácil y feliz, se convirtió en el foco de una concepción utópica de un mundo nuevo y mejor el cual queria entablar bauhaus.
    publicado por victor diaz en 13:15 en 2009

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  3. Preservar la identidad cultural: una necesidad en la actualidad

    En los albores del siglo XXI, en un contexto en el que la ciencia y la técnica han alcanzado logros insospechados, la humanidad está muy lejos de satisfacer sus expectativas. El hombre, día a día, se enfrenta con su bregar a las complejas condiciones de un mundo unipolar, que avanza hacia la globalización neoliberal.

    En medio de un contexto tan complejo, se debe proyectar, para hacer frente a esa problemática, una política cultural consecuente, la cual descanse en presupuestos objetivos y se encamine a la defensa de los valores culturales más auténticos. La cultura nacional, portadora de los anhelos del pueblo, de sus valores, de su ser, parte inseparable de la identidad, desempeña un importante papel en la vida de los pueblos. Atendiendo a esta particularidad el crítico Leopoldo Zea ha expresado:”La cultura es por esencia liberadora de los obstáculos que impiden a los hombres y pueblos realizar sus proyectos”.

    En el contexto contemporáneo se debe responder sabiamente al reto que significa preservar la cultura en condiciones tan hostiles, fomentarla, sin renunciar al necesario desarrollo material. Cultura y desarrollo, a pesar de que no avanzan coherentemente, no pueden verse como términos contrapuestos. Dentro de los esfuerzos realizados para enfocar de manera humanista este aspecto, debe citarse que desde 1992 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, con el respaldo de la Asamblea General, constituyó la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo. En el informe presentado, por esa comisión, en 1995, puede leerse:

    “[…] es inútil hablar de cultura y desarrollo como si fueran dos cosas separadas, cuando en realidad el desarrollo y la economía son elementos, o aspectos de la cultura de un pueblo. La cultura no es pues un instrumento del progreso material: es el fin y el objetivo del desarrollo, entendido en el sentido de realización de la existencia humana en todas sus formas y en toda su plenitud”.

    Para muchos países es sombría la situación en la actualidad, pues deben alcanzar niveles más altos en su base material, ponerse en contacto con el desarrollo tecnológico, lo que agudiza su dependencia de los centros de poder y además preservar su propia cultura, la cual sufre el embate de la que se va imponiendo a nivel global; deben defender su identidad en un ámbito económico que tiende a la pérdida del sentido de las fronteras nacionales.

    A tal efecto es esclarecedor el criterio del economista Osvaldo Martínez cuando expresa: “Se nos habla de una nueva “economía mundo” en la que los estados nacionales casi se han disuelto y perdido el sentido de soberanía nacional, en virtud de unas tendencias universales”. Como se sabe, la circulación indiscriminada e irreflexiva de valores culturales foráneos puede afectar, e incluso tender a anular una determinada tradición cultural. La penetración cultural, al imponer otros modelos, deforma la identidad.

    Resultan variadas las posiciones que asumen teóricos de diversas disciplinas ante un término tan polémico como el de identidad. Son abundantes las definiciones aportadas por diferentes investigadores, dentro de los que pueden citarse: Adolfo Sánchez Vázquez, Leopoldo Zea, Horacio Cerutti, Graziella Pogolotti, Enrique Ubieta. Carolina de la Torre, Víctor Casaus, Ambrosio Fornet, Mario Bello y Milagros Flores, Marta Pérez ... et al, Heinz Dieterich.

    Para los investigadores Bello y Flores la identidad cultural “Expresa aquellos rasgos propios, comunes, específicos, que caracterizan a una determinada región o zona del mundo.
    asri.ecumed.net

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  4. La ola de migrantes desplazándose por el mundo como la estirpe de los desheredados-
    de aquellos para los que ni raza , ni tierra, ni abolengo, ni nombre ni propiedad-nada que no sea la inmediatez instantánea y fugaz de la actividad. Acaso sí deberíamos estar preparados para comprender el asentamiento de esta forma de capitalismo, que de nuevo transfigura a su paso el mundo, sobre todo como realización inexorable y cumplida del nihilismo, de esa forma profunda de comprensión de la completa falta de fundamento de todo existir.
    Su poder del ordenamiento de la distribución de los flujos, resevándose la capacidad exclusiva de acelerarlos o establecer cortes sobre ellos. Flujo y corte, distribución y regulación del acceso-y no ya aquella torpe escena del intercambio de objetos por el valor de cambio.
    La nueva producción de identidad aparece descargada de todas aquella funciones de memoria y de heredad patrimonial. Aparecen enfocadas a la producción de consumo de bienes culturales de ocio y entretenimiento.
    En palabras de Michael Mandel, "el consumo cultural supera al de automóviles, salud, electrodomésticos, zapatos, ropa y casas".
    Todo haría pensar que, entonces- el capitalismo se volvería más humano-al contrario
    precisamente, por mejor maquillado, por más capaz de encubrir su rostro salvaje con la máscara de una mejor fingida humanidad, bajo esa lluvia de discursos bienintencionados para percibir el mismo escenario de organización de la injusticia y la desigualdad, de negación de espacios de libertad y de horizontes de autenticidad.
    Referencia: José Luis Brea, cultura RAM-Mutaciones de la cultura en la era de su distribución electrónica-Barcelona Editorial Gedisa, 2007

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