martes, 8 de abril de 2014

LA FUNDACIÓN JUAN MARCH ORGANIZA LA PRIMERA RETROSPECTIVA DE JOSEF ALBERS EN ESPAÑA

La Fundación Juan March organiza la primera retrospectiva de Josef Albers en España

28 Marzo de 2014

La Fundación Juan March organiza la primera retrospectiva de Josef Albers en España

Josef Albers junto a una de sus creaciones. Josef and Anni Albers Foundation
La Fundación Juan March de Madrid presenta, desde hoy y hasta el próximo 6 de julio, "Josef Albers: Medios Mínimos, Efecto Máximo", la primera retrospectiva en España del artista alemán Josef Albers (Bottrop, 1888 - 1976, Connecticut, EE.UU.). Compuesta por más de un centenar de obras -además de mobiliario, objetos, fotografías y diverso material documental-, la muestra ha sido concebida y desarrollada durante los últimos tres años en colaboración con la Josef and Anni Albers Foundation (Bethany, Connecticut).

Ademas, de forma paralela a esta exposición en Madrid, la Fundación Juan March ha organizado la exposición "Josef Albers: proceso y grabado (1916-1976)", que se podrá ver primero en el Museu Fundación Juan March de Palma de Mallorca, del 2 de abril al 28 de junio, y, posteriormente, en el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, del 11 de julio al 5 de octubre. Dicha exposición está dedicada al proceso de trabajo de Albers en el campo de la obra gráfica y permite conocer de primera mano sus técnicas y procedimientos. Las 103 piezas de esta exposición son resultado de una selección llevada a cabo por Brenda Danilowitz, comisaria jefe de la Josef and Anni Albers Foundation, entre los casi 300 grabados individuales que creó y entre los miles de estudios y dibujos -casi todos inéditos y nunca expuestos anteriormente- a través de los cuales el artista desarrolló sus obras finales.
Albers, que solía repetir que uno de sus objetivos en el arte y en la vida era "conseguir el máximo efecto con los mínimos medios", de ahí el título de la exposición de la Fundación Juan March, realizó en un primer momento estudios de magisterio en Büren tras los cuales estudiaría arte, entre 1913 y 1920, en escuelas de Berlín, Essen y Múnich, hasta que en 1920 entró en la Escuela de la Bauhaus en Weimar donde comenzó a enseñar en el Departamento de Diseño en 1923 y fue ascendido a profesor en 1925, el mismo año en que la Bauhaus se mudó a Dessau. Su trabajo en este momento incluía el diseño de muebles y de trabajo con el vidrio. En esa época se casó con la artista textil Anni Albers (Berlín, Alemania, 1899 - Connecticut, EE.UU., 1994) que era entonces un estudiante de la Bauhaus.
Con la clausura de la Bauhaus bajo la presión nazi en 1933, Albers emigró a los Estados Unidos y se incorporó a la escuela experimental Black Mountain College (Carolina del Norte), una Bauhaus norteamericana, donde se encargó del programa de arte hasta 1949. Entre sus alumnos más importantes en esta institución, están los estadounidenses John Cage, Robert Rauschenberg, Cy Twombly, Ray Johnson, Susan Weil, Donald Judd y Merce Cunningham así como varios latinoamericanos que se forman en esta escuela siendo una de sus alumnas más destacadas la diseñadora cubano-mexicana Clara Porset(Matanzas, 1895 - Ciudad de México, 1981). Además, de 1934 a 1936 fue miembro del grupo de artistas de 'París: Abstracción-Creación', que llegó a tener más de 400 asociados de las más diversas nacionalidades y tendencias dentro del arte abstracto: Jean Arp, Naum Gabo, Antoine Pevsner, Piet Mondrian, Vasili Kandinsky, Kurt Schwitters, El Lissitzky, Luigi Veronesi y Frank Kupka, entre otros.
Entre las experiencias vitales que más le marcarían en su carrera artística, están los más de catorce viajes a Latinoamérica, entre 1934 y 1967, visitando Cuba, México, Perú y Chile, en los cuales, en ocasiones, permaneció y trabajó allí durante varios meses. Sobre estas experiencias viajeras el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) organizó una amplia exposición, en 2006, titulada "Viajes por Latinoamérica". De 1950 a 1958, Albers dirigió el Departamento de Diseño de la Universidad de Yale, en New Haven (Connecticut), donde, entre otras cosas, enseñó a Richard Anuszkiewicz, Eva Hesse y Richard Serra. En 1953 regresó como profesor invitado a la Escuela de Diseño de Ulm, Alemania. Tras jubilarse en Yale en 1958, Albers continuó viviendo y trabajando en New Haven con su esposa hasta el día de su fallecimiento.

Con motivo de esta exposición antológica, en la primera semana de abril se ha programado en la Fundación Juan March de Madrid el ciclo "En torno a Josef Albers", que tendrá como ponentes al crítico e historiador del arte José Francisco Yvars en 'Josef Albers: caleidoscopio. Enigmas del color' y a la arquitecta Laura Martínez de Guereñu en 'Josef Albers y España. Un antes y un después'. Martínez, recientemente ha realizado una residencia de investigación en la Josef & Anni Albers Foundation. ARTEINFORMADO
www.arteinformado.com

1 comentario:

  1. En 1933, ya Josef Albers y su esposa la tejedora Anni Albers habían huido de la Alemania nazi.
    Albers trajo consigo la filosofía y los métodos de la Bauhaus, primero a la Black Mountain de Chicago y muchos años después daba clases en la Universidad de Yale y vivía en New Haven. Los dos Profesores más destacados de aquella época fueron Albers y Hans Homann, quien por cierto también se lamentó como Albers de haber puesto en peligro su obra artística por haber estado enseñando demasiado tiempo.
    De Black Mountain habían salido alumnos tan influyentes como Robert Rauschenberg, John Cage, David Tudor, Kenneth Noland, Cy Twombly o Merce Cunningham.
    Una de sus alumnas, Dorothy Ruddick se trasladó a Black Mountain para estudiar con Albers, y expresó:
    Me enseño a mirar de una manera nueva, con una especie de precisión amorosa; era un obseso de la disciplina; era una persona realmente fascinante. Nadie puede decir que los mejores de sus estudiantes se hayan convertido en pequeños Albers.
    Rechazaba al expresionismo abstracto, aunque manifestaba su admiración por Mark Rothko. "El único al que soporto de todos ellos". Los dos tenían la misma preocupacióm, el color.
    Albers se centraba en el significado y la fuerza del color, en cambio Rothko quería que su obra sirviera de vehículo a sus emociones más acuciantes.
    Anni Albers su esposa, deploraba la segregación entre lo tecnológico y lo artístico. A la hora de componer objetos de joyería, los materiales humildes que encontraba a mano la estimulaban más que estorbarla. Se casaron en 1925 y permanecieron juntos hasta la muerte de Albers en 1976.
    Parecían "una secta religiosa de dos personas" por su fe en el arte y su devoción al trabajo.
    Fuente: Katharine Kuh, Mi historia de amor con el arte moderno, México FCE, TURNER, 2010

    ResponderEliminar