jueves, 9 de enero de 2014

Documentales ANBA - Eduardo Stupía/ ACADEMIA NACIONAL DE BELLAS ARTES



en 2008-Esta exposición de Eduardo Stupía incluirá sus trabajos más recientes, unas 30 obras -entre telas y dibujos- de grande y mediano formato. Con diversos materiales, como carbonilla, lápiz, grafito, pastel, óleo y acrílico, y trazos siempre muy particulares, Stupía consigue una sorprendente variedad de densidades. Su obra, de marcado virtuosismo, se ha ido profundizando en carácter, y así como se desarrolla sin concesiones, también se impone de manera suelta y expresiva.
El recorrido de la muestra estará guiado por esas inconfundibles tramas de líneas negras sobre fondo blanco, que tienen también un alma poética. Esta muestra será presentada el año próximo en la prestigiosa galería Dan de San Pablo. Con motivo de la exposición se ha editado un libro-catálogo en el que se reproducen 24 obras de Eduardo Stupía junto con poemas del poeta portugués Eugenio de Andrade.ramona.ar.org

4 comentarios:

  1. La pulsación de las sílabas

    Él amaba la pulsación de las sílabas,
    algunos acentos. cuarta, octava, décima.
    Buscaba en ella lo que no sabía,
    lo que nunca supo, o sospechara:
    un sentido, la señal de la gracia, el frágil
    hilo que condujese a la vida,
    tan acá del deseo de vivirla.
    Cuánta melancolía, cuánta incertidumbre
    fue siempre la suya en lo que hacía,
    allá donde el cuerpo se hace alma
    o el alma se hace cuerpo- ¿cómo saberlo?
    El tiempo casi nada le enseñó,
    pero proseguía, insatisfecho
    o inseguro, que ni eso sabía.
    Entre impulsos, crispaciones, reticencias,
    perseguía el ritmo de la música más suya
    con el mismo empeño que lo que fuera antes
    pura delicia, caricia breve. Sólo la mano
    no había cambiado-siempre tan leve.
    Eugenio de Andrade, seudónimo del poeta portugués José Fontanhas, 1923-2005

    amediavoz.com

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  2. Encuentra su mixtura, su emergencia como sujeto al contemplar sus propios dibujos; ahí se va constituyendo como otro. En ella se mira observándose.
    Para un espectador intermitente, esta observación que realiza el artista acerca de su propia obra, que sin duda es su sílaba, su lenguaje; esos dibujos lo constituyeron como sujeto, constituyen un aliciente,un estímulo para también buscarse ahí en un "saberse-viendo-visto". Se apropia de un escenario que en algún lugar rebota y reenvían entre sí, también hacia nosotros.
    Recordé la imagen cristal del Hotel Buenaventure de Los Angeles. allí, el cristal nos devuelve nuestra propia mirada. Está en este blog. El artista como exterioridad, nosotros también.
    "Los últimos trabajos de Eduardo Stupía confirman su condición de dibujante soberbio dispuesto a dar un paso adelante. . Los claros por los que respira la trama abigarrada de su dibujo resultan la coartada perfecta para dejar en libertad al pintor que estaba detrás de la línea". Alicia de Arteaga, "La poesía hecha línea" 17/5/2008 en RETROSPECTIVA.

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  3. El Hotel Bonaventure se puede encontrar el 8 de diciembre de 2013

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  4. La aparición de la pintura abstracta llevó, como hemos dicho a pensar el arte pictórico en general como menos ligado a la representación de lo que había estado durante siglos. Este nuevo enfoque ha tomado, bastante a menudo la forma de valoración de una presencia, concebida como real, actual, efectiva y no como un sustituto representativo, imaginario,virtual, a veces es considerada indeseable y ha quedado reducida al rango de subproducto.
    Para Duthuit, lo condenable es todo el arte representativo emanado del Renacimiento italianos decir todo el arte occidental hasta el impresionismo-como algo que somete a una abstracción inaceptable por inhumana, la de la geometría, todo encuentro humano con lo visible. El arte abstracto es si se quiere mucho más concreto, puesto que trabaja una materia más directa, más inmediatamente tangible, mientras que el arte representativo canónico sólo puede existir en virtud de convenciones intelectuales, matemáticas en último extremo y, por tanto, nos aleja del verdadero camino, el de los encuentros espontáneos con el mundo.
    Jacques Aumont, "La imagen"

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