miércoles, 2 de octubre de 2013

TANIA BRUGUERA (1968) / ¿CANIBALISMO EN CUBA?

TANIA BRUGUERA (1968) / ¿CANIBALISMO EN CUBA?

16SEP
Después de Mendieta, otra cubana, BRUGUERA, nos habla de comer carne, de suicidio, de culpa, de enmascaramiento, de opresión en una situación que tiene raíces autobiográficas, políticas, sociales y existenciales.
¿Es suficiente? Jorge López Anaya escribe:
“Las propuestas agresivas e impactantes, los ataques a los tabúes sociales profundamente arraigados (la antropofagia, la pedofilia), la impugnación de los derechos aceptados por las sociedades contemporáneas (la tortura de personas y animales, los atentados contra el medio ambiente) que flirtean con el mal, generan un rechazo de los espectadores, incluso en los habituales a los excesos del arte contemporáneo, que no saben cómo reaccionar ante ellas. Según parece, se han extraviado los límites”.
Por consiguiente, estamos ante un trabajo que cree reunir e implicar todo tipo de connotaciones (y siempre volvemos a las cristianas del sacrificio y del cordero, de la sangre y de la muerte), y que es cierto que las encuentra, pero su adecuación rechina, chirría, es derrochador de aspavientos, de histrionismo, de tránsitos espectaculares descentrados.
Experimentar con la mera provocación -dejo al margen lo de lo testimonial y reflexivo que es susceptible de comportar- no es apto por sí mismo, no hay magia en la visión ni contenido en el enigma.
Mi hermano cubano, el pintor Humberto Viñas, se ha colocado boca abajo en El Malecón y se deja morder por las ratas hasta que únicamente le quedan muñones. Ahora sé, me asegura, que mi pintura cuajará dentro de unas vísceras más fiables y hondas. Infeliz que es si así lo piensa, no se puede dogmatizar con la sospecha. goyovigil50.wordpress.com

3 comentarios:

  1. En una sociedad tecnológicamente avanzada, el arte no está aislado de las determinaciones históricas y culturales. Váttimo habla de "obras en tierra, body art, teatro callejero, etc. En estos tiempos la categoría de obra se vuelve ambigua. Obliga a, comprometer el arte directamente con la vida, cuando ésta se encuentra amenazada por el feminicidio, la pedofilia agravada en muchos casos por hallarse dentro del ámbito mismo de lo religioso, y de lo pedagógico. Los niños son sorprendidos y amenazados por maestros pedófilos y con otros trastornos psicológicos severos.
    La apropiación de imágenes de personas sorprendidas en su buena fe; y lo que es peor en el ámbito de su hogar, que se suponía el ámbito de su intimidad.
    Significa que hay que entender un mundo que es tan oscuro como el siglo X. A sí como las latas del supermercado, fueron obras de arte, se empezó a comprender, Marcel Duchamp mediante, cualquier cosa podría ser una obra de arte.
    Seguramente no le corresponderá al arte investigar las causas de esta sociedad en decadencia de los valores humanos.
    El arte contemporáneo sería el arte producido por nuestros contemporáneos (Arthur Danto).
    Se trata aquello que permanece más allá de los límites, donde la verdadera idea de límite-una muralla- es excluyente, en el sentido de la Gran Muralla China para mantener fuera las fuerzas mongoles, o el muro de Berlín para mantener protegida a la inocente pobleción socialista frente a las toxinas del capitalismo. El gran pintor irlandés-americano Sean Scully se dleita con el hecho de que "linde" (pale) en inglés se refiere Linde Irlandés, un enclave en Irlanda que hace a los irlandeses extranjeros en su propia tierra.
    Arthur Danto, "Después del fin del arte": el arte contemporáneo y el linde de la historia-Buenos Aires Paidós, 2012-Cap.1

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  2. La sobriedad, el equilibrio y la simetría características del orden dórico, el primero y más simple de los clásicos, inspiran y perfilan la exposición de Sean Scully inaugurada este jueves en el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) bajo el título de, justamente, Doric. La muestra se sustenta en nueve pinturas dóricas monumentales generadas desde 2008. Son básicamente estructuras de distintas combinaciones de bandas rectangulares verticales u horizontales en negro o gama de grises y marrones, que comparten espacio en armonía y transmiten equilibrio e incluso afabilidad, aunque apenas algún tono pueda valorarse como ligera y convencionalmente alegre. Sin adornos ni detalles superfluos.

    La exposición, que incluye algunas obras de la colección del IVAM, viene del Museo Benaki, en el puerto de Atenas, y constituye un homenaje a Grecia, a los orígenes de la democracia y la cultura occidentales. En palabras del artista, es un tributo a Atenas en cuanto que “cuna de la democracia y todo lo que la continuó en occidente”. En este sentido, ha querido expresar “orden y humanismo”. Y en referencia al momento más actual: “No necesitamos más caos, yo ofrezco ayudar a mejorar el mundo con la hermosura”.

    Contrastan notablemente estas piezas a gran escala de la serie central con una serie de menor tamaño que la precede en el espacio expositivo y que fue realizada en los años ochenta. Son acuarelas y dibujos que Scully realizó en una estancia veraniega en la isla griega de Simi impregnadas de luz mediterránea. Si en estas el aliento físico es obvio, en los cuadros monumentales se percibe una mayor espiritualidad y Scully niega cualquier relevancia al lugar donde hayan podido ser realizadas físicamente, porque para él ese lugar es la mente.

    “Cada persona lleva un país en la cabeza”, dice el artista irlandés
    “Cada persona lleva un país en la cabeza”, dice señalando con el dedo la frente del periodista y la suya propia, “y ese es el más importante del mundo, es nuestra propiedad, donde podemos imaginar un futuro posible y un pasado posible, cambiar cosas en la vida, imaginar la posibilidad de construir una realidad nueva”. Teniendo en cuenta a quién rinde homenaje la exposición, que esta viene del Museo de Atenas, que Scully habla así en España sabiendo cómo está España y que la exposición irá luego Dublín, que cada uno piense cuál puede ser esa realidad nueva y cómo se puede construir desde la mente o el alma. “Tenemos un mundo con poco dinero, pero fantástico, somos muy afortunados”, dice. “Tenemos derechos”, remata.

    Es una obra la de Doric ambiciosa en la que frente al caos el artista irlandés quiere unificar muchas cosas, entre las que cita la arquitectura, la escultura, el espacio, el sentimiento, el clima emocional, el tiempo y el ambiente. La directora del museo, Consuelo Ciscar, señaló que “cuando observamos las 43 obras de la muestra, cuatro de las nueve que pertenecen a la Colección del IVAM están imbricadas en la exposición”, en el sentido que Leonardo Da Vinci decía que “la simplicidad es la mayor sofisticación”.caaelpais.com

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