lunes, 22 de julio de 2013

ANUNCIAN RESTAURACIÓN DE FRESCOS DE MÁS DE 500 AÑOS DEL TÍBET

Anuncian pronta restauración de frescos de más de 500 años del TíbetPDFImprimirE-Mail
  
Imagen activaBeijing, 15 jul (PL) El monasterio Qoide, en el condado Gonggar de la región autónoma china del Tíbet comenzará la restauración de frescos de más de 500 años de existencia, según anunciaron hoy en Lhasa funcionarios del comité de administración de ese convento.
Las pinturas fueron realizadas por un artista tibetano durante 14 años a partir del establecimiento del convento en 1464 con una técnica tradicional local que usa para el dibujo de paisajes pigmentos oscuros provenientes de minerales.

El trabajo de reparación de las pinturas de tres metros de alto en las paredes de ese retiro budista cuenta con el respaldo del gobierno regional, y su costo está rondando el millón de dólares, de acuerdo con voceros de ese centro religioso.

Expertos consultados dijeron que las delicadas pinturas han sufrido el deterioro natural de medio milenio, con rajaduras, colores desvaídos o alterados, además del impacto de los seres humanos con manchas en las mismas.

Qamba Cering, vicejefe del buró de patrimonio cultural de esa prefectura, dijo que los restauradores tienen que respetar el estilo original del trabajo y en un inicio experimentarán con técnicas de restauración en varias piezas para después aplicarlas a todos los frescos si resultan adecuadas.

Considerado un prominente templo de los budistas de la secta Sakya, el monasterio Qoide preserva la mayor cantidad de piezas de esta particular técnica de pintura con pigmentos de minerales denominada estilo mKhyen-brtse.

La restauración de los frescos es la primera etapa de un proyecto más ambicioso que incluirá mejorar los sistemas de protección contra incendios, el procesamiento de desechos sólidos y mejorar el entorno. Se espera que el monasterio reabra sus puertas en tres años.

rc/irwww.prensa-latina.cu Monjes Tibetanos/ Oración por la Paz. En Chile, noviembre de 2012.

1 comentario:

  1. Jokhang: la Meca del budismo tibetano(...)

    Pero el lugar de Lhasa que rezuma más espiritualidad es, sin duda, el templo de Jokhang, situado frente a la populosa plaza de Barkhor, a espaldas del dédalo de callejuelas donde actualmente se encuentra el barrio tibetano de una ciudad “colonizada” por ciudadanos chinos de la mayoritaria etnia han. Construido a mediados del siglo VII, el corazón espiritual del Tíbet fue saqueado durante la revolución cultural. Los dos cervatillos dorados que custodian la Rueda de la Ley coronando el techo del edificio religioso transportan al viajero a tiempos pasados de una cultura, la tibetana, que ha sobrevivido, pese a los embates del gigante chino, en un ambiente tan hostil como bello: a la sombra de las montañas más altas del planeta.

    Haciendo girar sus molinillos de oración con un rosario de cuentas en la otra mano, recitando sin cesar el universal mantra budista (“aum mani padme hum”)

    Los peregrinos recorren el kora, el circuito de peregrinación que rodea los principales centros espirituales del Tíbet, con arrebatada fe en sus dioses. Haciendo girar sus molinillos de oración con un rosario de cuentas en la otra mano, recitando sin cesar el universal mantra budista (“aum mani padme hum”), postrándose en el suelo cada pocos pasos los más devotos, llegan de todos los puntos del Tíbet para cumplir con su peregrinación, como los musulmanes en la Meca o los católicos en la tumba del apóstol Santiago. Pero, paradójicamente, este remanso de religiosidad es, también, el epicentro comercial de Lhasa. Todo el recorrido (que debe realizarse siempre de izquierda a derecha) está repleto, a uno y otro lado, de tiendas y chiringuitos de souvenirs regentados en su mayoría por ciudadanos chinos que han ido desplazando a los tibetanos autóctonos. Pero si el viajero es capaz de abstraerse de las voces de los comerciantes y las súplicas de los niños, y consigue asomarse a su interior, la experiencia es realmente enriquecedora.www.viajesalpasado.com

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