miércoles, 31 de julio de 2013

MEDIANERAS Film clip

LEON FERRARI homenaje de BELLEARTES

Fontanet Leon Ferrari Bedoya CENTRO EXPERIMENTAL DE VIDEO de JOAQUIN AMA...

LAS HEREJÍAS DE LEÓN FERRARI(1920-2013) POR ROBERTO JACOBY

Las herejías de León Ferrari por Roberto Jacoby (1987)


Artículo publicado en la revista Crisis, Nº 50, Buenos Aires, enero de 1987, p. 71.

Se dice que los artistas no saben lo que hacen, que la estética transcurre en el momento incierto donde nace una representación de la verdad, como un ángulo o perforación hacia una imagen que, de pronto, se hace evidente, necesaria, pero que no estaba un segundo antes. De este modo, justifican su existencia los interpretadores de arte. Para ejercer esa ocupación no tienen más remedio que proyectar sobre la obra otros lenguajes, códigos tomados de otro plano de la producción simbólica de los que ya disponía previamente.
La tensión de lo que no está explicado trata de relajarse por medio de referencias. Así, cuando recibí noticia de los planos arquitectónicos de León Ferrari llegaban por correo, era arte postal a fines de la década del 70, me fue imprescindible entenderlos. Esa inquietud probaría, al menos subjetivamente, que se trataba de obras de arte. A toda luz, se trataba de una arquitectura imposible, no construible. Por más que Ferrari les diera el aspecto de copias heliográficas, su 1,20 m de ancho por 12 m de largo, estaban por entero cubiertos con el mapa de miles de dormitorios, comedores, oficinas, baños, cocinas y pasillos habitados por miles de personitas. Todo indicaba que esos laberintos sin lógica (y “sin centro”) no podían, tampoco, pertenecer al género de la arquitectura utópica. Nadie se atrevería a proyectar un destino tan horrible para la especie humana. La standarización de la vida se veía de manera brutal debido al uso insistente, indiscriminado, de un sistema industrial de figuración, el Letraset, marca registrada. Ese urbanismo era tan disparatado como inquietante. A lo largo de los planos podían fabularse situaciones que se dudaba en definir como irrisorias o como trágicas: destinos de gente que no se sabe adónde va porque toda la distribución espacial y las conexiones entre lugares y funciones carecen de sentido. La técnica de representación de la industria de la construcción precomputacional era utilizada como efecto de extrañamiento: el tipo de arte que elabora unidades elementales prefabricadas para otro propósito. Una suerte de objet trouvé, la operación Duchamp ejercida no sobre el objeto-signo, sino sobre una clase especial de signos hechos para diseñar el espacio social urbano. O, más precisamente, pensé, los lugres de encierro. Esa era la clave: se trataba de una vasta cárcel. Una visión traspuesta de la teoría foucaultiana del poder, al menos, de alguna de sus tesis: el dispositivo panóptico donde un ojo soberano vigila sin ser visto, mientras que los observados no se conectan entre sí más que parcialmente. Un territorio que se ordena a fin de disciplinar. El caos que trata de evitar no devendría solo de la acción incontrolada de la muchedumbre, sino de cada minúsculo vínculo de unos con otros. Un aspecto esencial del poder sería la capacidad para organizar el espacio en forma de máquina de comportamientos. Toda la cuadriculación de las ciudades modernas, los sucesivos sistemas clasificatorios de los cuerpos, formaría parte de esta tecnología muda que se impuso en la edificación de escuelas, prisiones, hospitales, fábricas, oficinas y viviendas. En su carpeta Hombres, de 1984, Ferrari ejercía un estilo cada vez más neutro, deshumanizado, un contrapunto respecto de los manuscritos, caligrafías imposibles para una técnica mecánica, que Ferrari usaba desde veinte años antes. Por suerte, una vez que este sentido se hacía presente permanecía siempre un resto incomprensible, “loco”, que invitaba a pensar una idea distinta cada vez.
Por ejemplo, los diseños de selvas y jardines (plantas de plantas), también hechos en Letraset, recuerdan a las pinturas de la selva que realizan los aborígenes de Ecuador, en corteza y con tinturas vegetales. Aunque no hay ningún árbol sino un laberinto de líneas, generalmente rectas, sus autores las consideran perfectas representaciones de la jungla. Cárcel, laberinto, selva, ciudad.
Y aunque se trate de leer los “hombres” y las “plantas” de Ferrari, marca registrada, en forma independiente del imaginario político social, ellos saltan de uno a otro campo ficcional: el más teórico psicoanálisis o la práctica ingeniería del comportamiento. Figuras repetidas, repetición de figuras, figuración de repeticiones, podrían aludir no olvidar que la carpeta que recopila estas obras se llama Hombres– a la constitución del sujeto. “Por la repetición el sujeto del inconsciente tiende a la supresión de la diferencia; así trata de obliterar el abismo que lo constituyó”, dice Nicolás Peyceré. Desde el principio sugerimos que estos esquemas iluminan otro campo, inmediato y real en este Cono Sur: el campo de concentración. Con ello se tornan obras de actualidad histórica, documentos de época.
La regimentación de los cuerpos también se observa en las escenas donde aparecen masas, corrientes humanas, flujos de hombrecitos que marchan, casi siempre siguiendo esquemas de fácil matematización: círculos, sinusoides, cuadriláteros. Podría especularse que la uniformación encuentra apoyo en formaciones inconscientes. O bien que, al presentar un espejo, Ferrari desafía a una rebelión contra esos absurdos desplazamientos físicos, contra las ridículas prisiones en que persiste el ser. Hay algo que subleva más que la injusticia en sí: su carácter innecesario.
En Paraherejes, su último libro de láminas, de 1986, Ferrari también trabaja sobre imágenes ajenas (técnicamente: una intericonicidad deliberada y ostentosa), en su mayoría proveniente de Durero y del arte religioso occidental, yuxtapuestos a grabados y a miniaturas del Tantra y del Taoísmo chino, japonés, indio y nepalés. Los collages remiten a una polaridad tan conocida que es casi trivial: la amenazante noción de “pecado” en Occidente como opuesta al erotismo integrado dentro de la cosmovisión oriental. La cuestión es, tal vez, más compleja: en la tradición judeo- cristiana, la culpa y temor al castigo deben ser considerados parte de una forma perversa del placer. El sadomasoquismo se hace evidente al poner unas fantasías culturales junto a las otras. Los infernales frescos de Signorelli en la catedral de Orvieto tan entrelazados con el descubrimiento de los fenómenos psicoanalíticos plantean algo parecido. Lo herético y lo erótico. La cuestión del infierno se desarrolla más aún en las últimas propuestas de Ferrari (en realidad, el material de origen religioso ya aparecía en La civilización occidental y cristiana, de 1965, que ocasionó un episodio de censura en el Instituto Di Tella; y en su collage literario Palabras ajenas, de 1967). A partir de un ofrecimiento municipal del Centro Cultural Ciudad de Buenos Aires para rediseñar ambientaciones urbanas (que luego fue retirado, sin explicaciones convincentes), Ferrari propuso una catedral inversa, solo para herejes. En un terreno delimitado en forma de iglesia y situado en la Plaza San Martín, se reunirían quienes descreen del infierno. Desde allí esparcirían su fe hacia el mundo exterior.
Desmentir el infierno se ha convertido en el principal interés temático de Ferrari. Según el artista, las amenazas de castigo bíblico están más metidas adentro de nosotros, dan más miedo, son más paralizantes que la información que recibimos de las torturas que se aplican acá o allá, y es preciso librarse de ellas. El reino de los demonios sería la matriz emocional del terror. Aunque resulte difícil de creer, este planteo produjo escozor incluso entre un sector de la intelligentsia democrática, que lo consideró algo fuera de lugar.
Al parecer, la resignación exige, para reproducirse, de un mundo peor, y una religión de puro paraíso resulta actualmente más incómoda que el mismísimo ateísmo.

Extraído de Jacoby, Roberto. El Deseo nace del derrumbe, Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2011, pp 298-301 editora Ana Longoni.

Otros contenidos publicados en ramona sobre León Ferrari
por Roberto Jacoby
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martes, 30 de julio de 2013

MARIONETAS EXÓTICAS DE SERGUEI OBRAZTSOV EN LOS TRENES DE MOSCÚ



Forman parte de la gran colección del teatro estatal de títeres de Moscú que se exhiben en el tren subterráneo de Moscú. No todos los trenes son subterráneos, como creo, se puede apreciar en las imágenes. Son títeres de S.V.Obraztsov

lunes, 29 de julio de 2013

MARIONETAS ORSINI/ EL MONO PIANISTA

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Orsini nació en 1975. Ha estrenado dos espectáculos de sala y una veintena de personajes tan maravillosos como perturbadores.
Durante el año 2000 viajó a Europa por primera vez, llevando su propuesta a ciudades de España, Francia, Suiza, Italia y Holanda. Ese mismo año comenzó a recorrer la Argentina, y en la actualidad alterna entre Europa y América, participando de muchos festivales internaciones.
Las propuestas de Orsini se sustentan en un mundo de pequeños objetos, residuos de la calle cuya insignificancia los vuelve imperceptibles.
Esos mismos objetos, hilachas de un pasado en el que oyeron palabras, fueron tocados, apretados, ungidos y arrojados, vuelven a la vida a través del talento de este creador, quien con su trabajo siempre... 

(ver más)
Ficha técnico artística
Actúan:
Rubén Orsini
  • MARIONETAS ORSINI ( RESUMEN  SHOW )MARIONETAS ORSINI ( RESUMEN  SHOW )
Este espectáculo formó parte del evento: 3º Festival de Humor Chascomús 2009
Este espectáculo formó parte del evento: XII Festival de Títeres en Invierno
Este espectáculo formó parte del evento: Ciclo Teatro del país 2011
Este espectáculo formó parte del evento: VII Festival Internacional de Teatro en Cipolletti
Duración: 60 minutos
www.alteranativateatral.com

Obra de Teatro "Otelo" fue presentada en la UTALCA

viernes, 26 de julio de 2013

FEMINICIDIO," EL PRINCIPAL PROBLEMA PARA LAS MUJERES LATINOAMERICANAS"

Feminicidio, "el principal problema para las mujeres latinoamericanas"

Cartel en protesta en Perú 2011
Por su trabajo cotidiano, la mexicana Carmen Moreno, secretaria ejecutiva de la Comisión Interamericana de Mujeres, es una de las personas que más conoce sobre feminicidio en América Latina y no duda en definirlo como "el principal problema para las mujeres en la región".
"Es una de las cosas más graves que le pueden suceder a una mujer: morir por su género", dice, y agrega que a su juicio el feminicidio es una forma de violencia anterior a otras que han llamado más la atención recientemente, como el narcotráfico o las pandillas.
Y aunque se sabe que en América Latina el índice es bastante alto, reconoce que existen serias dificultades para medir el fenómeno con exactitud.

¿Por qué es tan difícil cuantificar el feminicidio?

Carmen Moreno, CIM
Para Carmen Moreno, el feminicidio es la forma más fuerte de violación de los derechos humanos.
El problema principal es que no tenemos cifras confiables y comparables entre todos los países.
Algunos países sí dan las cifras. Otros las sacan de homicidios de mujeres, pero no se sabe si fue un homicidio por cualquier causa o si fue precisamente porque eran mujeres: no toman ese cuidado. Otros simplemente sacan homicidios de hombres y mujeres todos juntos.
No hay realmente cifras. Nosotros estamos emprendiendo un esfuerzo para identificarlas.
En Guatemala, por ejemplo, no las identifican y sabemos que el índice es bastante alto. Entonces estamos tratando de que hagan un desglose de los homicidios para saber cuándo es porque son mujeres y cuando es simplemente un homicidio en el que mataron a varias personas.
También hay países en que el feminicidio ni siquiera está tipificado como delito. O sea, simplemente no existe. Entra dentro de la cifra de homicidios; no está diferenciado. En otros países ya está la figura y hay penas especiales cuando lo consideran como un agravante del homicidio.

¿Cuán grave se calcula que es el problema en América Latina?

Es el principal problema para las mujeres en la región: el feminicidio... la violencia contra las mujeres.
Por ejemplo, en el caso de México siete de cada diez han sido víctimas de violencia. En otros países son cinco de cada diez y en otros ocho.
"Es un problema para el desarrollo y la seguridad nacional. Porque no podemos hablar de que tenemos un país con gran seguridad cuando las mujeres no pueden estar en su casa tranquilas y ahí las empiezan a golpear"
Carmen Moreno
Y la violencia es de muchas formas: incluye la psicológica, la económica… Entonces es la forma más fuerte de discriminación y violación de los derechos humanos. Es el gran problema que tienen las mujeres para realmente estar en pie de igualdad con los hombres.
(El feminicidio) es como la suma de todas las violencias. O sea, la violencia acaba en feminicidio. Es como la muestra de lo más grave que hay.
Que haya violencia contra las mujeres es un problema para el desarrollo y la seguridad nacional. Porque no podemos hablar de que tenemos un país con gran seguridad cuando las mujeres no pueden estar en su casa tranquilas y ahí las empiezan a golpear.
La seguridad empieza en la casa, sigue en la calle, el trabajo, la escuela. Y si usted está violentando a las mujeres en todas esas etapas, no tiene una sociedad con seguridad ciudadana o derechos humanos.

¿Dónde está focalizado el problema? ¿Es más grave en México y Centroamérica que en Brasil y Argentina, por ejemplo?

Una mujer protesta contra el feminicidio en La Paz, Bolivia.
Una mujer sostiene un cartel que dice "no más feminicidios", en La Paz, Bolivia.
Es más grave en los países de Centroamérica. En Guatemala, Honduras… Por ejemplo, si en México tenemos más o menos tres mil muertas en un año y en Honduras 1.500, entonces imagínese que la proporción respecto de la población es brutal.
Ahora están sacando las cifras por 100 mil habitantes y ahí es donde El Salvador salió en un estudio que hizo una ONG como el lugar más grave: tiene 12 muertas por 100 mil mujeres.
Es cierto que hay zonas donde es más grave, pero no tiene una relación exclusiva con la situación geográfica. En las zonas donde ha habido conflicto armado, como Guatemala o Colombia, por ejemplo, se acentúa bastante el tema de los feminicidios.

Pero Centroamérica también es una de las regiones más violentas del mundo, con todo el problema de las pandillas y el narcotráfico. ¿El feminicidio es parte del mismo problema o es diferente?

Es un problema diferente y previo a todo lo que está pasando ahora con pandillas y crimen organizado.
La violencia contra las mujeres está ahí desde hace mucho. Y está en todo el mundo: también hay mujeres muertas porque son mujeres en Francia.
El problema es que es un tema que la gente quiere mantener invisible: no se habla mucho, porque es un problema social muy fuerte.

Pero, ¿cómo se explica que América Latina tenga estadísticas más altas que otras regiones?

"El Salvador salió en un estudio que hizo una ONG como el lugar más grave: tiene 12 muertas por 100 mil mujeres."
Carmen Moreno, secretaria ejecutiva de la Comisión Interamericana de Mujeres, de la OEA.
Esto procede de lo que son las relaciones desiguales de género, de poder: esa idea ancestral de que los hombres son superiores a las mujeres, esos estereotipos que están muy extendidos.

¿Hay medidas que los países deban tomar para reducir el problema del feminicidio en la región?

La legislación ayuda mucho.
Ayuda más que la impartición de justicia sea pronta y expedita.
Ayuda más todavía que a los que son violadores, perpetradores de violencia los condenen y metan en la cárcel.
Ayuda más que cuando hay un homicidio tipificado como feminicidio, esa pena sea mayor porque entonces van a tener un poco más de cuidado.
También ayuda mucho la educación, la sociedad, los mecanismos de apoyo a las mujeres, que las mujeres puedan trabajar y entonces ya no tengan que depender de un hombre que las golpea.
Si usted evita que haya violencia, obviamente vamos a evitar que haya feminicidios, porque hay muchos que son consecuencia de una violencia que ya existía.

En el contexto de esa precariedad de datos que existe respecto del feminicidio, BBC Mundo preparó un mapa que -usando diferentes fuentes- intenta echar luz sobre la magnitud del problema en la región. Haga clic en los distintos países para ver la información (este gráfico no funciona en Internet Explorer).
violence against women in latin america
www.bbc.co.uk

REGINA JOSÉ GALINDO: PIEL DE GALLINA EN ARTIUM


Enviado
por www.arteinformado.com
Como homenaje a Susana Leiva y Ángeles Rawson.

FEMINICIDIO: MUJERES EN EL OJO DE LA VIOLENCIA

Feminicidio: mujeres en el ojo de la violencia

Asesinatos y maltratos son formas de la crueldad contra la mujer en el mundo y también en nuestro país. Aquí se recorre la situación regional y opina la historiadora Dora Barrancos.23-4-2013

Una, dos, tres… fueron al menos siete las puñaladas que terminaron con la vida de Sonia Silvina Roldán. Esta vez –porque ya había sido violentada por su ex marido en reiteradas oportunidades y pesaba sobre él una restricción de acercamiento a la víctima–, el también padre de sus cinco hijos terminó por matarla a golpes.

Lejos de ser un drama aislado, la tragedia ocurrida en la localidad de La Banda (Santiago del Estero), el 13 de marzo, se suma a uno de los tantos feminicidios que se suceden sin pausa en nuestro país y en el mundo. Según el estudio, publicado recientemente, “Femicidio, un problema global”, unas 66.000 mujeres y niñas son asesinadas cada año, y de los doce países con las tasas de feminicidios más altas, cinco son de América Latina. El Salvador, Guatemala, Honduras, Colombia y Bolivia, en ese orden, superan los seis asesinatos de mujeres cada cien mil personas del género femenino. En la Argentina, si bien no hay cifras oficiales, se sabe que cada treinta y cinco horas una mujer muere en manos de su pareja o ex pareja. Algunas son baleadas, otras apuñaladas y las hay también las que son quemadas vivas. El informe fue realizado por Small Arms Survey, un proyecto de investigación independiente con sede en el Instituto Universitario de Estudios Internacionales y Desarrollo en Ginebra, Suiza.

Fueron 1.236 los asesinatos cometidos por razones de género a lo largo de los últimos cinco años y en lo que va de 2013, sólo hasta febrero, se registraron 50 casos. Se produjeron 260 en 2010, 282 en 2011 y 255 el año pasado, de acuerdo al seguimiento de los hechos difundidos en las agencias de noticias y diarios de distribución nacional y provincial, contabilizados por el Observatorio de Femicidios que dirige la ONG, La Casa del Encuentro. El estudio –según explica Ada Beatriz Rico, directora de la organización– registra los homicidios de mujeres por el simple hecho de ser mujeres, es decir que cuantifica los asesinatos que no están relacionados con robos, asaltos, secuestros u otras situaciones de la llamada “inseguridad” urbana.

Mujeres asesinadas 


El feminicidio entendido como “el asesinato misógino de mujeres cometido por hombres (…) que incluye una amplia variedad de abusos verbales y físicos” comenzó a delinearse alrededor del año 1976. En una ponencia ante el Tribunal Internacional de Los Crímenes contra las Mujeres, en Bruselas, la socióloga norteamericana, Diana Russell, mencionó por primera vez en la historia el término femicide (en la voz inglesa) para referirse a la violencia sexista. Poco más tarde, junto a Jill Radford, la investigadora feminista plasmó la conceptualización del término en su obra Femicide. The Politics of Woman Killing, iniciando un marco posible desde el cual reflexionar, abordar y visibilizar una problemática actual y creciente en todas las latitudes. En América Latina el neologismo anglosajón fue apropiado y castellanizado en México por la antropóloga Marcela Lagarde (autora de estudios de género, feminismo, desarrollo humano y democracia, poder y autonomía de las mujeres, etc.) quien adoptó las primeras aproximaciones teóricas de Russell y tradujo el término femicide como “feminicidio” en lugar de “femicidio”. Una decisión analítica impulsada por la intención de que la palabra no aludiera simplemente al homicidio de mujeres. Propone el concepto como una categoría de la teoría política que requiere enfrentar el problema como la punta del iceberg de la violencia de género. Una dimensión presente en el abordaje de la misoginia latente y expresa, tanto en la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez (en el estado de Chihuahua) como en el resto de los estados mexicanos surcados por la problemática. El feminicidio no sólo comprende los asesinatos cometidos, sino que abarca el conjunto de hechos violentos contra las mujeres, muchas de las cuales son sobrevivientes de atentados violentos contra su entorno, sus bienes o contra ellas mismas. “El feminicidio –escribe Lagarde– se conforma por el ambiente ideológico y social de machismo y misoginia, de violencia normalizada contra las mujeres, por ausencias legales y de políticas de gobierno, lo que genera una convivencia insegura para las mujeres, pone en riesgo la vida y favorece el conjunto de crímenes que exigimos esclarecer y eliminar”.

Mucho más allá de un malestar en la cultura


Irene Fridman, psicoanalista y especialista en teoría de género, entiende el concepto como el desenlace siniestro del circuito de violencia en una relación, y puntualiza algunos avances en el tratamiento de la violencia machista. “El psicoanálisis ha sido refractario a tomar la problemática del abuso sexual y violencia de género como un problema inherente a la cultura y lo ha remitido a la conflictiva edípica y deseante, en el caso del abuso, como así también ha leído la problemática de la violencia llamada doméstica como resultado del masoquismo femenino con un efecto negativo en el abordaje de las víctimas de abuso. Sin embargo, si bien hace falta mucho trabajo en los circuitos académicos, actualmente hay una aceptación mayor de que es una problemática social, culturalmente inherente al patriarcado y no un problema de la víctima”, comparte la especialista que además es directora de la Diplomatura de Cultura y Subjetividad de la Universidad de la Marina Mercante, y docente de la maestría en Estudio de Género de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES).

Así, la violencia contra las mujeres se inscribe dentro de un sistema: el patriarcado, que consiente de alguna manera la violencia simbólica y la violencia física. “La construcción de la masculinidad social tiene los rasgos de la dominación en su seno y ese carácter avala a algunos sujetos a llevar a cabo acciones violentas. Es común y está festejado el uso de la prostitución, la trata, el abuso sexual y las violaciones, que mayormente lo llevan a cabo varones contra mujeres y niñas. Ser potente, exitoso o no ser débil, son valores apreciados culturalmente. Lo contrario es vivido como un sentimiento debilitante de la masculinidad”, profundiza Fridman y ensaya algunas pistas sobre las que detenerse: las dificultades para las mujeres de desandar los pasos y salir del “circuito de violencia”. Entendido éste como los “sucesos que ocurren en un vínculo, en el cual el victimario ejerce violencia tanto física como psicológica contra la mujer, una vez pasado el episodio pide disculpas y promete que no va a ocurrir más (la etapa de la luna de miel) y vuelve al poco tiempo a incurrir en situaciones de violencia, acusando a la mujer de que tiene responsabilidad en el estallido de la violencia”.

De este modo se genera así un vínculo complejo y muchas veces paralizante. “En algunos casos –reflexiona Fridman– porque el hombre ha sido muy efectivo en cercenar otros vínculos de la mujer, para que pudiera pedir ayuda, muchas veces las víctimas dependen económicamente del victimario, en otros casos estar sometida durante años al efecto del terror debilita psíquicamente a la mujer. Hay que revisar cada caso individual, pero también el Estado tiene que proveer los pilares institucionales para que esa mujer pueda salir del circuito de violencia. En estos últimos años ha habido cambios, se ha hecho algo pero resta muchísimo por hacer, a mi entender, debería existir en cada establecimiento de salud, un centro dedicado específicamente a esta problemática, con perspectiva de género. Es decir que pueda entender el fenómeno de la violencia inscripta en un sistema cultural en donde las mujeres tienen un estatus de subordinación”.

La continuidad de 
la violencia colonial

Karina Bidaseca, socióloga, doctora por la Universidad de Buenos Aires e investigadora del Conicet toma distancia de lo que ella llama la “retórica salvacionista del feminismo del Norte, generador de una imagen homogeneizadora de las mujeres del Tercer Mundo”. De este modo repiensa las reflexiones de la antropóloga argentina Rita Segato –referente también de la temática y residente en Brasil– y comprende el feminicidio como la continuidad de una violencia colonial “cuya inintegibilidad se halla narrada en nuestra historia de colonización”. Bidaseca, coordinadora también del Programa “Poscolonialidad, pensamiento Fronterizo y transfronterizo en los estudios feministas” (IDAES/UNSAM), con la intención de establecer un concepto abarcativo de todas las feminidades asume la necesidad académica de desterrar por completo del vocabulario de las ciencias sociales y humanas la distinción privado/público que perjudica la percepción de un problema que es de atención del Estado.
“Si se sigue nombrando al feminicidio como violencia familiar, estamos en un problema”, comparte Bidaseca y enfatiza la búsqueda de una política de la memoria que acompañe la prevención de la violencia de género despojada de la esfera privada. “Las políticas de la memoria “resisten a la espiral del silencio y al laberinto temporal.

Cuando caminamos sobre sus huellas, nos damos cuenta de que esas vidas no desaparecen del todo y que necesitamos políticas que nos ayuden a no olvidar. La abyección de la violencia en los cadáveres de mujeres yace en la base donde se apoya y apuntala el orden social falogocéntrico”, refiere la investigadora y destaca algunas referencias auspiciosas. Entre ellas encontramos un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que obligó al estado mexicano a construir un monumento en Ciudad Juárez, en memoria de las mujeres asesinadas en los campos algodoneros en noviembre de 2001. Del mismo modo, en La Quebrada de San Lorenzo –a siete kilómetros de Salta capital–, se espera que una escultura de bronce recuerde las muertes de las dos turistas francesas asesinadas en 2011. Y desde noviembre del año pasado, la problemática es contemplada en el código penal argentino, un mes después de que se declarara la emergencia por violencia de género, en la búsqueda por instrumentar planes integrales de prevención. Una ley cuya “aplicación inmediata y asignación de mayor presupuesto” es reclamada en estos días por las organizaciones de mujeres y otras agrupaciones. En definitiva, elabora Bidaseca, el feminicidio como “concepto político es una batalla cultural ganada, pero aún nos queda mucho por construir. El Estado debe tener una política precisa contra el asesinato y toda forma de violencia contra las mujeres. Además de desarrollar marcos en educación, un área fundamental, promover campañas de sensibilización y generar estadísticas oficiales que nos permitan contar con cifras confiables para un diagnóstico de la situación”.www.revistaenie.com.ar

miércoles, 24 de julio de 2013

C5N - ARTE: LA MUESTRA DE PIO COLLIVADINO

PIO COLLIVADINO EN MNBA/ MUSEO NACIONAL DE BELLAS ARTES HASTA EL 23 DE SEPTIEMBRE DE 2013

Collivadino. Buenos Aires en construcción

23/07/2013 - 23/09/2013
Av. del Libertador 1473
Pío Collivadino (Buenos Aires 1869-1945), construyó en sus pinturas, dibujos y grabados nuevas formas de belleza en la metrópoli moderna. Nacido en Barracas, hijo de una familia de inmigrantes lombardos, vivió en Italia entre 1890 y 1906, donde se formó como artista. Desde su regreso al país, plasmó en sus obras la transformación de Buenos Aires. La exposición propone mostrar a Collivadino como el artista que construyó una mirada paisajística sobre la ciudad de Buenos Aires: en las escenas portuarias, los rascacielos y avenidas del centro, los nuevos edificios industriales, las usinas y puentes de sus orillas, y los barrios marginales de la metrópoli.
Esta exposición, curada por la Dra. Laura Malosetti Costa, exhibe el fruto del trabajo llevado a cabo por un equipo multidisciplinario de la Universidad Nacional de San Martín quienes, desde el año 2008, catalogaron, investigaron y restauraron el patrimonio del Museo Pío Collivadino perteneciente a la Universidad de Lomas de Zamora.
Malosetti describe al maestro argentino: ”Dueño de una técnica refinada, dibujo sólido y un estilo por momentos puntillista, que alternaba con gruesos empastes, Collivadino captó la luminosidad de la ciudad y los suburbios en una serie de obras que se despliegan a lo largo de las tres primeras décadas del siglo XX”.
Figura influyente del campo artístico local de comienzos del siglo XX, Collivadino fue el primer artista argentino que participó en la Bienal de Venecia en el año 1901. Dos años más tarde envió el óleo La hora del almuerzo, obra perteneciente al patrimonio del MNBA. En 1907 fundó el grupo Nexus junto con Fernando Fader, Cesáreo Bernaldo de Quirós, Carlos Ripamonte, Justo Lynch, Alberto Rossi y los escultores Arturo Dresco y Rogelio Yrurtia.
Además de su actividad como pintor desempeñó, durante más de treinta años, un rol destacado como Director de la Academia Nacional de Bellas Artes donde fundó los talleres de grabado y escenografía, y tuvo a su cargo las cátedras de técnicas dibujo, pintura y  grabado desde donde formó a varias generaciones de artistas.
Instaló una nueva mirada sobre la ciudad en la pintura argentina. Buenos Aires, en proceso de transformación permanente,  fue difundida por medio de la fotografía en diarios y revistas, pero esos cambios no fueron reflejados en la pintura al óleo hasta el regreso de Collivadino a la capital porteña. En la primera exposición de Nexus en 1907 se lo consagró como el “pintor de los faroles” suburbanos. Son habituales en sus pinturas puntos de vista y enfoques inspirados  en el lenguaje fotográfico.
En la muestra se exhiben más de cien obras en distintos formatos y soportes pertenecientes al patrimonio del MNBA, a otros Museos argentinos y a colecciones particulares. Atraviesa la época de formación del artista en Roma, su breve actividad como pintor mural en Montevideo y, a su regreso a Buenos Aires, el rol destacado que tuvo en la formación del grupo Nexus. Se divide en  secciones planteadas en orden cronológico  y geográfico:
1.-Buenos Aires - Roma– Los años de formación
2.-Montevideo – Buenos Aires– De la pintura mural al paisaje urbano
Los paisajes urbanos de otros artistas del grupo Nexus y algunas obras tempranas de Benito Chinchella (quien más tarde firmaría Quinquela Martín), grabados, fotografías y películas de la época acompañarán un conjunto de obras, bocetos y  dibujos preparatorios de Collivadino realizados durante las primeras décadas del siglo XX.
La exposición está acompañada de un catálogo prologado por el Secretario de Cultura Jorge Coscia y la directora del MNBA, Dra. Marcela Cardillo. En él publican sus ensayos  la curadora: Dra. Laura Malosetti Costa y las investigadoras  Marta Penhos, María Bjerg, Claudia Shmidt, Verónica Tell y Catalina Fara además de un dossier elaborado por Néstor Barrio y miembros del equipo de restauradores e investigadores del Instituto de Investigación sobre el Patrimonio Cultural (IIPC-TAREA) de la Universidad Nacional de San Martín, sobre las tareas de restauro e investigación material de la colección del Museo Pío Collivadino.
El área de Extensión Educativa tendrá a su cargo las visitas guiadas que se realizarán de martes a domingo a las 18:00 (excepto feriados) a partir del 30 de julio
La exposición cuenta con el apoyo de la Asociación Amigos del MNBA.www.arte-online.net

27a BIENAL NACIONAL DE ARTES VISUALES DE SANTO DOMINGO(16 DE AGOSTO AL 17 DE NOVIEMBRE) DE 2013

Chus Martínez, en el jurado de la 27 Bienal de Santo Domingo

22 Julio de 2013

Chus Martínez, en el jurado de la 27 Bienal de Santo Domingo

27 Bienal Nacional de Artes Visuales Santo Domingo
La comisaria española Chus Martínez (Ponteceso, A Coruña, 1972), actual conservadora jefe de El Museo del Barrio de Nueva York, la artista cubanaQuisqueya Henríquez (La Habana, 1966) y la gestora cultural y galerista dominicana Bingene Armenteros formarán el jurado de Selección y Premiación de la próxima 27ª Bienal Nacional de Artes Visuales de Santo Domingo, según ha comunicado su Comité Organizador. Este evento, que tendrá lugar del 16 de agosto al 17 de noviembre de 2013, consiste en una gran exposición central en los espacios del Museo de Arte Moderno de la República Dominicana, en Santo Domingo, basada en las obras seleccionadas por el Jurado, de artistas nacionales, residentes o no en el país, así como de artistas extranjeros residentes en la República Dominicana por un mínimo de cinco años. Además, también se incluirán obras de artistas invitados especiales o fuera de concurso. La 27ª Bienal Nacional de Santo Domingo "que se constituye en el evento artístico más significativo de la República Dominicana, enfatizando la valoración y proyección de la producción simbólica nacional, así como la promoción de la reflexión y la investigación sobre los procesos y efectos de las prácticas artísticas contemporáneas en nuestro contexto sociocultural", según explican sus organizadores. La bienal también rendirá homenaje al artista dominicano, recientemente desaparecido, Domingo Liz (Santo Domingo, 1931 - 2013), quien en 2012 fue galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas. Además, la 27ª Bienal contará con un programa de eventos paralelos que incluye exposiciones individuales y colectivas, conferencias, coloquios, visitas guiadas, encuentros y talleres educativos. ARTEINFORMADO