jueves, 23 de mayo de 2013

EL MAR, MUSA ETERNA PARA SOROLLA


El mar, musa eterna para Sorolla

Día 23/05/2013 - 18.36h
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Es el tema favorito y el más popular de la producción del pintor valenciano. También son sus obras más buscadas y cotizadas. El mar centra la nueva exposición del Museo Sorolla, que hoy se inaugura

El Mediterráneo corría por sus venas; haber nacido en Valencia marcó su profundo amor por el mar, que utilizó como paisaje en numerosas composiciones, entre ellas algunas de las más célebres. Fue un tema que se repite una y otra vez en la larga y prolífica carrera deJoaquín Sorolla (1863-1923). Sin embargo, el museo del artista en Madrid no había dedicado aún una exposición monográfica a este tema. Y eso que se repite en torno al 20% de las obras de la colección.
El secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, inaugura hoy«Sorolla. El color del mar» (hasta el 20 de octubre)un festín de agua, luz y pintura. Visitamos la muestra acompañados de la comisaria, Consuelo Luca de Tena, directora del museo, y José Manuel Pascual, pintor y comisario adjunto. Nos recibe a la entrada de la muestra un panel que reproduce una fotografía de Sorolla pintando en la playa su obra «Niños en la playa» (1916-1917). Perfectamente acicalado, con traje de chaqueta y un sombreropara protegerse del sol, el artista inmortaliza en un lienzo colocado sobre un caballete a unos niños jugando en la playa. Una tela a modo de toldo protege el lienzo. Esta imagen se repitió muchas veces en playas de distintos lugares de España.

Notas de color inéditas

Ya en la exposición volvemos a ver a Sorolla en el único autorretrato en la playa que atesora el museo, de 1909. Se inmortaliza en mangas de camisa mirando fijamente al frente. Es una de las 66 pinturas que cuelgan en la muestra. Además, se exhiben preciosasnotas de color (pequeños apuntes en tabla o cartón en los que pintaba del natural en sus salidas al aire libre), así como materiales pictóricos del propio Sorolla: encerrados en vitrinas vemos una de sus cajitas de pinturas, una paleta, larguísimos pinceles, muestras de pigmentos, cartas en las que pedía material para pintar...
El mar le permitió a Sorolla investigar sobre la luz y el color como con ningún otro tema. La primera parte de la muestra se centra en el agua, que captó su interés desde muy joven: es un elemento que nunca se mantiene quieto, cambia constantemente. Cuelga una «Marina» muy académica, vedutista, que pintó en 1880 con tan solo 17 años. A su lado, estudios del mar -nunca se habían expuesto-, donde Sorolla descubre todas las posibilidades pictóricas de este tema: los matices de color, texturas, formas; los reflejos ópticos (transparencias, reflejos) debido al efecto del sol sobre el agua dependiendo de la hora del día, el oleaje... Las imágenes se fragmentan. Todo ello fue un desafío para el pintor.

El mar como paisaje

En su primera visita a Jávea, en 1896, Sorolla escribe a su esposa, Clotilde: «Esto es todo una locura, un sueño, el mismo efecto que si viviera dentro del mar...» De esta etapa hay estudios del agua en Venecia, San Sebastián, Jávea... En este último lugar descubre un agua de color verde esmeralda. No faltan cuadros emblemáticos como «El balandrito» -un niño juega en el mar con un barco: ambos se reflejan en el agua-, «Nadadores. Jávea» -brillante estudio de los cuerpos de unos niños bajo el agua- o «María en la playa de Biarritz» -los reflejos del agua en el mar son tan protagonistas como la propia María-.
La segunda parte de la exposición se centra en la pintura de Sorolla que ya no se centra tanto en el agua como en el mar como paisaje de sus composiciones. Su paleta va cambiando drásticamente dependiendo tanto de la hora del día (amanecer, atardecer, anochecer), como del lugar donde pinta y el clima. Así, las playas luminosas de Jávea, donde la luz es intensísima, provocan unas sombras fortísimas que parecen tener vida propia. Es el caso de otra obra maestra del museo:«Pescadora con su hijo, Valencia». La mujer se protege del cegador sol son su brazo.

Los humores del mar

Otra de las joyas de la muestra es «Saliendo del baño», un prodigio de tratamiento del mar, en el que la luz es cenital. Ambas obras contrastan con otras pintadas en el Norte: Biarritz, Guetaria, San Sebastián, Zarauz... Son lugares de moda para veranear y Sorolla va a ellos. El mar cambia de humor (de los días luminosos a los tormentosos); los colores se apagan: azules pálidos, verdosos, grises amoratados... La luz se matiza, se suaviza. Es el caso de «Rompeolas. San Sebastián».
Por último, una sala reúne cuadros y apuntes en los que el color del mar adquiere aspectos poéticos. Las formas casi desaparecen. Sonsus obras más abstractas. Algunos apuntes parecen obras deRothko: franjas horizontales de color, pura poesía. Sorolla se centra en la belleza de los colores combinándolos en la superficie de sus lienzos.En 1919 estuvo en Mallorca, donde pinta la Cala de San Vicente.

«Sorolla. El color del mar»

2 comentarios:

  1. La Encuesta de Telemadrid
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    cultura
    | 12.01.2014 - 21:25 h
    El encargo que Archer Huntigton hizo a Joaquín Sorolla para la Biblioteca de la Hispanic Society de Nueva York llevó al pintor a recorrer España fijándose en sus trajes, costumbres y paisajes.

    A este tema dedica el Museo Sorolla la exposición "Fiesta y Color. La mirada etnográfica de Sorolla", en la que junto a su producción pictórica se pone especial atención en su labor como coleccionista.

    Durante los viajes o "excursiones" que tenían como finalidad encontrar la inspiración para sus grandes cuadros, Sorolla adquirió una pequeña, pero muy interesante, colección de indumentaria y joyería popular, que se ha completado con la donación de las colecciones de la Familia Pons-Sorolla y que se expone por primera vez al público.

    En esta colección se puede apreciar la mirada de etnógrafo aficionado del artista, la de recopilador de trajes populares o "pintorescos".

    La exposición se compone de nueve conjuntos de indumentaria, 25 pinturas, algunas de ellas estudios de gran tamaño, joyas, fotografías, que hizo él mismo o que fue adquiriendo en el proceso creativo, y cartas.

    El recorrido de la exposición se inicia con el espacio dedicado a Castilla, la región que más emocionó a Sorolla y a la que dedicó todo el año 1912 y parte de 1913. En este tiempo estudió las gentes y pueblos castellanos, de lo que resultaron 17 bocetos de tipos, numerosos cuadros de paisaje, el panel "Castilla", la "Fiesta del Pan", y la compra de una importante colección de indumentaria popular.

    TRAJES REGIONALES

    En esta sala se exponen los trajes de Lagartera y de la Alberca, y un traje de charra de la colección de Isabel de Borbó procedente del Museo del Traje, junto con una selección de cuadros como "Tipos de Lagartera", "Tipos de Salamanca" y "Novios Salmantinos".

    Valencia, la ciudad de Sorolla, tiene especial importancia en la exposición. El trabajo de retratar la región valenciana para el público americano le emocionó mucho, como el propio artista reconocía.

    Desde San Sebastián, donde la familia veraneaba, Sorolla viajó a los Pirineos en 1912, con la idea de conocer los trajes de origen muy antiguo que seguían utilizándose en los pueblos de sus valles. Regresó en 1914 para pintar el panel de "La Jota, Aragón".

    El recorrido finaliza con el espacio dedicado a Andalucía. Sorolla trató el tema del baile andaluz en su "Visión de España" y también lo hizo con motivo del encargo que le hizo Thomas Fortune Ryan, para quien pintó "Baile en el café. Novedades de Sevilla".

    En esta sala se expone "Bailaora Flamenca", 1914, un boceto para esta obra, junto con un traje que perteneció a la bailaora Encarnación López, Argentinita, a la que Sorolla pudo ver actuar.www.telediariomadrid.com

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  2. Jose Oliva
    Barcelona, 12 ene (EFE).- Una exposición sobre la herencia de Picasso en el arte contemporáneo tras su muerte, y otras dos sobre Sorolla y Le Corbusier serán algunos de los principales atractivos de la temporada artística del inicio de 2014 en los museos de Barcelona.
    A partir de marzo, el Museo Picasso mostrará por primera vez, a escala global, la importancia de Picasso en el arte contemporáneo en un exposición comisariada por el prestigioso especialista Michael Fitzgerald.
    Bajo el título "Post Picasso", la exposición reunirá 75 obras de 42 artistas de una docena de países de todos los continentes, entre ellos los norteamericanos Jasper Johns, Fred Wilson o Faith Ringgold, el congoleño Chéri Samba, los indios M.F. Husain y Atuld Dodiya, los holandeses Folkert de Jong y Rineke Dijkstra y el argentino Guillermo Kuitca.
    El mismo museo exhibirá a partir de mayo en "Los paisajes de Barcelona" las obras que el joven Picasso dedicó al espacio urbano y al litoral de la ciudad, completadas con fotografías de época de diferentes archivos barceloneses.
    Sin la vinculación al pintor malagueño de la exposición "Post Picasso", la Fundación Miró reúne a partir de marzo en "Haber hecho un lugar donde los artistas tengan derecho a equivocarse" un recorrido por la historia de su Espai 10 y su Espai 13, que consagra desde hace 35 años al arte más emergente, unas salas por las que han pasado 249 exposiciones y 497 artistas.
    CaixaFórum abre la temporada del año el próximo 29 de enero con una retrospectiva dedicada a uno de los arquitectos más influyentes del siglo XX, Le Corbusier, a través de pinturas, proyectos y maquetas procedentes de la Fondation Le Corbusier de París y del MoMA de Nueva York, que produce el proyecto junto con La Caixa.
    Entre junio y septiembre, Caixaforum Barcelona reunirá obras del valenciano Joaquim Sorolla en las que se explora su relación con el mar y que permitirán al público conocer la visión más libre y experimental del pintor valenciano.
    El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) desplegará a partir de julio de 2014 una nueva presentación de sus colecciones de arte moderno: la colección de arte de los siglos XIX-XX, que abarcará hasta los años 50, ocupará 5.500 metros cuadrados en la primera planta, donde ahora hay parte del Barroco, que a su vez pasará a la planta baja junto al Renacimiento.
    El MNAC exhibirá de abril a septiembre por primera vez la obra del pintor orientalista Josep Tapiró y a finales de año la creación de Carles Casagemas, el íntimo amigo artista de Picasso que se suicidó con 20 años en París; y en el marco del Tricentenario de la Guerra de Sucesión española mostrará la pintura de Antoni Viladomat.
    En la temporada 2014 del MACBA destaca una exposición sobre el Grupo R como "motor de modernidad" (febrero-junio), grupo del que formaron parte Oriol Bohigas, José Antonio Coderch, Joaquim Gili o Antoni de Moragas.
    En esa línea dedicada a la arquitectura se inscriben también las exposiciones que el MACBA dedicará al arquitecto polaco Oskar Hansen (a partir de julio) y a Ignasi de Solà-Morales (julio-noviembre).
    El CCCB presentará en marzo por primera vez en España la obra de cuatro figuras esenciales del cine de animación, poco conocidas por el gran público, pero muy influyentes y referentes en diversos ámbitos de la creación contemporánea.
    Se trata del pionero de la animación ruso afincado en París Ladislas Starewitch (1882-1965), el maestro checo Jan Svankmajer (1934) y los inclasificables hermanos gemelos Quay (1947), a los que el MOMA dedicó recientemente una antológica.
    En el terreno de la fotografía, la propuesta más importante será la exposición que se podrá ver en Foto Colectania desde el 23 de enero con "The Bikeriders" (1962-66) y "Uptown" (1965), dos de las series más emblemáticas de Danny Lyon, uno de los principales impulsores del "nuevo documentalismo" e ilustre representante de la corriente de fotógrafos comprometidos (concerned photographers).




    ecodiario.eleconomista.es

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