"El color nunca muere,iré prendido a los colores hasta después de muerto...",Agrego que quedó prendido en los colores de sus cuadros y en los colores de la "La Boca".Un lazo entre el paisaje y sus cuadros,delinean la construcción de una comunidad.Sus cuerpos,el de los trabajadores, con sus cargas sobre los hombros,parecen adquirir movimiento y velocidad;el ritmo del trabajo,se revela,como una forma de mirarse a sí mismos.Un lugar de Buenos Aires que desborda singularidad,sello propio,colores propios. Desde este mosaico Quinquela Martín juega con la composición de combinaciones con conocimiento de sus relaciones.Su pintura resulta translúcida física y óptica,entramada con los colores de las casas del barrio,resulta sorprendente.Son dos mitades,como un cuadro de Rothko. Es excitante en el punto en que cualquiera puede ser arrastrado por su potencia y exasperación.
"El color nunca muere,iré prendido a los colores hasta después de muerto...",Agrego que quedó prendido en los colores de sus cuadros y en los colores de la "La Boca".Un lazo entre el paisaje y sus cuadros,delinean la construcción de una comunidad.Sus cuerpos,el de los trabajadores, con sus cargas sobre los hombros,parecen adquirir movimiento y velocidad;el ritmo del trabajo,se revela,como una forma de mirarse a sí mismos.Un lugar de Buenos Aires que desborda singularidad,sello propio,colores propios.
ResponderEliminarDesde este mosaico Quinquela Martín juega con la composición de combinaciones con conocimiento de sus relaciones.Su pintura resulta translúcida física y óptica,entramada con los colores de las casas del barrio,resulta sorprendente.Son dos mitades,como un cuadro de Rothko.
Es excitante en el punto en que cualquiera puede ser arrastrado por su potencia y exasperación.