viernes, 9 de septiembre de 2011

MARK ROTHKO, (LITUANIA 1903) (EE.UU,1970)


Mark Rothko

Sección: Pintura
Mark Rothko. 
Nacido en Dvinsk (Lituania) en 1903, emigró de niño con su familia a Oregón (EE UU), estudió en la universidad de Yale y se formó como pintor autodidacta en Nueva York. En los años cincuenta sus cuadros, caracterizados por delicadas y expresivas combinaciones de color, ya despertaban admiración. En la década de los sesenta el millonario David Rockefeller adquiría el Centro Blanco (Amarillo, Rosa y Lavanda sobreRosa) que se convirtió en el cuadro más caro vendido en una subasta de arte contemporáneo, al ser adquirida por un postor anónimo telefónicamente por 53,9 millones de euros. Pese a que el Rothko ha marcado un récord dentro del mundo de las subastas, las transacciones privadas realizadas en el último año han arrojado cifras mayores: oficialmente el cuadro más caro del arte contemporáneo (y de la historia) es Número 5, de Jackson Pollock, adquirido en noviembre por el mexicano David Martínez por 103 millones de euros.
Centro Blanco, es el título de esta obra de 1950, cuyo valor se estimaba en unos 29 millones de euros. Un postor anónimo la ha adquirido en la subasta de la firma Sotheby’s, en la que se han vendido un total de 187 millones de euros en arte, y en la que también se podía pujar por cuadros de Francis Bacon y Jackson Pollock entre otros.
El precio de venta no sólo significa un récord para el artista, el cual era de 16 millones. El anterior récord para una obra de arte contemporáneo vendida en una subasta, de 20 millones de euros, lo había alcanzado recientemente en noviembre pasado el artista estadounidense Willem de Kooning, uno de los maestros del expresionismo abstracto.
El atractivo del Rothko radicaba en que provenía de la colección de Rockefeller, un respetado banquero y figura política de 91 años de edad. Además fue compuesta en un momento crucial de la carrera del artista. La pintura, que nunca había sido subastada y fue adquirida por el filántropo estadounidense en 1960 por 6.000 euros, estaba colgada en su oficina en el céntrico Rockefeller Center de Manhattan.
El haber pasado por pocas manos desde su creación en 1950 ha sido otro motivo de interés para los compradores. Rockefeller la adquirió en una galería a la que había sido consignada por Elizabeth Bliss Parkinson, sobrina de Lillie Bliss, una de los tres fundadores delMuseo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).
Las obras de Mark Rothko, enigmáticas, hipnotizadoras y seductoras, plasman su ideal de que la pintura debe ser “la expresión simple de una idea compleja”; esa es, justamente, la clave de la oscuridad que envuelve tanto a su obra como a su vida.
En 1923, tras abandonar sus estudios en Yale, se instala en Nueva York donde estudiaría durante un breve período en la Art Students League junto con Max Weber, quien le introdujo en el cubismo y le dio a conocer el trabajo de Paul Cézanne.
Rothko llegaría a convertirse en uno de los grandes pioneros del arte de la posguerra y, concretamente, en una de las figuras más destacadas del expresionismo abstracto americano, junto con Barnett Newman y Jakson Pollock. Sus creaciones constituyen sentimientos emotivos plasmados a través del óleo. No se trata de un juego de espacios coloreados al estilo de Klein, pues para este el problema fundamental era fijar el valor potencial y expresivo de los colores y así crear una especie de “escenografía del vacío”; ahí no estaba Rothko.
Mark Rothko procedía de Rusia, ¿no es posible que esa idea de enfrentamiento total con la naturaleza de las llanuras y enormes estepas esten representadas en sus grandes lienzos? ¿No evocan, acaso, sus pinturas esos inconmensurables espacios abiertos, desolados? ¿O la carencia figurativa estará de algún modo ligada a la ausencia icónica de la tradición judía?
A pesar de la progresiva sencillez que desarrolla a lo largo de su producción pictórica, la idea de lo sublime rodea toda la obra de este turbio artista. Lo sublime es un concepto fundamental para la filosofía racionalista y uno de los puntos clave del romanticismo; quizá en las obras de Rothko pueda vislumbrarse la impronta decimonónica. Y aun más: existe un halo de trascendencia o de religiosidad abrumadora cuando nos detenemos a observar los campos de color de sus lienzos, asociable directamente a lo eterno, infinito. Sin embargo, su refinado estilo en la pureza del color y las formas no enlaza con el zen. No es tan místico; aunque parte de la crítica le ha situado en esa vía. La manera en que utiliza el color favorece la potencialidad intrínseca del pigmento; apenas deja ver la urdimbre del lienzo: constituye la vibración de lo meramente pictórico.
Toda su obra va recolectando tristeza través de los lienzos. Sus últimas obras, llenas de grises y negros, muestran el estado anímico del artista en esta época, que acabará suicidándose en 1970, fecha en la que también muere Newman. La habitación-taller de Rothko estaba llena de botellas de whisky antes de morir; quizá esto haya precipitado su final. Nunca lo sabremos. Nuestra única certeza consiste en que esa habitación estaba llena de susurros y pensamientos que ahora nos llegan en forma de color y con una cierta brisa que recuerda las grandes estepas.

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1 comentario:

  1. Mark Rothko,realiza su obra final cortándo- se la arte-ria del (a)brazo derecho.Su sangre se derrama hasta adquirir las tonalidades del color rojo,el morado y,hasta el negro,se des-(a)-ngró el 25 de febrero de 1970.Para el artista las emociones del hombre pasan por la tragedia,el éxtasis y el destino.Con su acto dio cabal testimonio,identificándose con la "dimensión trágica"del "ser para la muerte".

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