Jirafa Ardiendo,está pintada sobre un fondo desolador que recuerdan a las pinturas de CHirico.La única nota de color la da el fuego de la jirafa, animal que para el pintor es "el monstruo cósmico apocalíptico masculino".La mujer con cajones tiene la piel desgarrada,los músculos expuestos,no se puede distinguir su rostro.Con los cajones Dalí trata de representar el "pensamieno encajonado" del que hablaba Freud,Dalí tambiés estaba preso del enigma de saber Qué quiere una mujer? y,deposita en la imagen esta "no sabido".En el imaginario de Dalí estas muletas que sostienen a la mujer constituyen un cetro mágico,capaz de convertir lo que tocan en belleza o en horror.La segunda mujer avanza con un trozo de carne en la mano guarda relación con la atmósfera bélica de la Guerra Civil Española.
Construcciones blandas con judías hervidas, presenta un monstruo que se autodestruye en el el llano de Ampurdán. Anuncio o recuerdo de apocalipsis, el canibalismo de los "seres-objetos alcanza un monumentalismo que refuerza la silueta inclinada y fatalista del "burócrata-medio". Paralizados por la frustración, los músculos se entumecen en el arco del gran ataque histérico. Las fronteras entre los seres y las cosas se abolen. Los cajones, tirados por un resorte secreto, salen de las frentes, de los vientres y de los p de los objetos. . Los muslos enfundados de Vermeer de Delft sirven de mesa para un tentempié, por otro lado los objetos se animan, las mesas tienen erecciones y participan en el delirio amoroso del canibalismo de los objetos. Este furor antropófago se vuelve suicida. Un monstruo de cabeza extática y furiosa se autodesgarra. Cuando le encargan la ilustración de Los cantos de Maldoror, Dalí combina el paraguas y la máquina de coser con los sacos de patatas y la carretilla lúbrica de El ángelus de Millet: "Un hombre, una piedra o un árbol van a comenzar el cuarto canto". Nunca el confusionismo antediluviano de Lautrémont estuvo tan bien servido como con el sadomasoquismo informe de un artista moderno.
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Inicio Personajes Obras Museos Contextos Lugares Monumentos Vídeos Otros Salvador Dalí Domènech Centro Georges Pompidou Alucinación parcial. Seis apariciones de Lenin sobre un piano de cola
Autor: Salvador Dalí Domènech Fecha: 1931 Museo: Centro Georges Pompidou Características: 114 x 146 cm. Estilo: Material: Oleo sobre lienzo Copyright: (C) ARTEHISTORIA
Alucinación parcial. Seis apariciones de Lenin sobre un piano de cola
Comentario
Los años 30 suponen en la vida artística de Dalí un periodo de constitución e investigación del método paranoico-crítico, el cual tenía numerosas connotaciones con la técnica del frottage de Max Ernst. Para Dalí era una forma de "conocimiento irracional" basado en un "delirio de interpretación". Sus primeros ensayos aparecen la serie sobre Guillermo Tell y sobre el Angelus de Millet. El propio André Breton argumenta -en su conferencia de 1934 sobre el surrealismo- la importancia del nuevo método: "Dalí ha proporcionado al surrealismo un instrumento de primera línea con su método paranoico-crítico, que puede ser aplicado con el mismo éxito a la pintura, a la poesía, al cine, a la construcción de objetos típicamente surrealistas, a la moda, a la escultura y, en caso necesario, a cualquier tipo de exégesis". Este cuadro presenta también lo que Dalí llamó "las imágenes hipnogógicas", imágenes que produce el sueño. El proceso de investigación que le llevó a pintar esta obra, es descrito por Dalí en un importante texto, "El mito trágico del Angelus de Millet". Recuerda el artista cómo "en 1932, a la hora de acostarme, veo el teclado azulado, muy brillante, de un piano cuya perspectiva me ofrece una disminución de una serie de pequeñas aureolas amarillas y fosforescentes rodeando la cabeza de Lenin". Es también la representación de un recuerdo infantil, en concreto rememora cuando le castigaron en un cuarto oscuro por haber tirado a un niño desde un puente; en ese cuarto encontró una cesta de cerezas, frutas que más tarde aparecerían en sus obras.
Entre 1922 y 1923, y aproximadamente hasta 1928, tiene lugar en la trayectoria de Salvador Dalí la denominada etapa cubista, en la que, en numerosas ocasiones, la influencia de este movimiento se entremezcla con la evocación de motivos procedentes de la pintura metafísica, estos últimos siempre concebidos como pesados volúmenes de apariencia inmóvil e inquietante. De 1923, y del contexto de la mencionada etapa cubista, datan tres de las pinturas existentes en el Museo Reina Sofía, Gitano de Figueres, La Jorneta (paisaje de Cadaqués) y este Autorretrato cubista. En este autorretrato, Dalí sitúa su propia cabeza en el centro de la composición, perfectamente reconocible entre la complicada maraña de líneas abstractas que constituyen el resto del cuerpo. En la pintura, resulta innegable la influencia de los retratos de Ambroise Vollard o de Daniel-Henri Kahnweiler, realizados por Picasso en 1910, pero, a pesar de ello, Dalí deja en cierta forma su propia impronta en este lienzo, datado en la misma fecha que su famoso Autorretrato con «L'Humanité», perteneciente al Ayuntamiento de Figueras.
Jirafa Ardiendo,está pintada sobre un fondo desolador que recuerdan a las pinturas de CHirico.La única nota de color la da el fuego de la jirafa, animal que para el pintor es "el monstruo cósmico apocalíptico masculino".La mujer con cajones tiene la piel desgarrada,los músculos expuestos,no se puede distinguir su rostro.Con los cajones Dalí trata de representar el "pensamieno encajonado" del que hablaba Freud,Dalí tambiés estaba preso del enigma de saber Qué quiere una mujer? y,deposita en la imagen esta "no sabido".En el imaginario de Dalí estas muletas que sostienen a la mujer constituyen un cetro mágico,capaz de convertir lo que tocan en belleza o en horror.La segunda mujer avanza con un trozo de carne en la mano guarda relación con la atmósfera bélica de la Guerra Civil Española.
ResponderEliminarGracias por la iconología de la obra ;)
EliminarLuis Moreno, Gracias por participar.
EliminarConstrucciones blandas con judías hervidas, presenta un monstruo que se autodestruye en el el llano de Ampurdán. Anuncio o recuerdo de apocalipsis, el canibalismo de los "seres-objetos alcanza un monumentalismo que refuerza la silueta inclinada y fatalista del "burócrata-medio".
ResponderEliminarParalizados por la frustración, los músculos se entumecen en el arco del gran ataque histérico. Las fronteras entre los seres y las cosas se abolen.
Los cajones, tirados por un resorte secreto, salen de las frentes, de los vientres y de los p de los objetos. . Los muslos enfundados de Vermeer de Delft sirven de mesa para un tentempié, por otro lado los objetos se animan, las mesas tienen erecciones y participan en el delirio amoroso del canibalismo de los objetos. Este furor antropófago se vuelve suicida. Un monstruo de cabeza extática y furiosa se autodesgarra. Cuando le encargan la ilustración de Los cantos de Maldoror, Dalí combina el paraguas y la máquina de coser con los sacos de patatas y la carretilla lúbrica de El ángelus de Millet: "Un hombre, una piedra o un árbol van a comenzar el cuarto canto". Nunca el confusionismo antediluviano de Lautrémont estuvo tan bien servido como con el sadomasoquismo informe de un artista moderno.
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Salvador Dalí Domènech Centro Georges Pompidou
Alucinación parcial. Seis apariciones de Lenin sobre un piano de cola
Autor: Salvador Dalí Domènech
Fecha: 1931
Museo: Centro Georges Pompidou
Características: 114 x 146 cm.
Estilo:
Material: Oleo sobre lienzo
Copyright: (C) ARTEHISTORIA
Alucinación parcial. Seis apariciones de Lenin sobre un piano de cola
Comentario
Los años 30 suponen en la vida artística de Dalí un periodo de constitución e investigación del método paranoico-crítico, el cual tenía numerosas connotaciones con la técnica del frottage de Max Ernst. Para Dalí era una forma de "conocimiento irracional" basado en un "delirio de interpretación". Sus primeros ensayos aparecen la serie sobre Guillermo Tell y sobre el Angelus de Millet.
El propio André Breton argumenta -en su conferencia de 1934 sobre el surrealismo- la importancia del nuevo método: "Dalí ha proporcionado al surrealismo un instrumento de primera línea con su método paranoico-crítico, que puede ser aplicado con el mismo éxito a la pintura, a la poesía, al cine, a la construcción de objetos típicamente surrealistas, a la moda, a la escultura y, en caso necesario, a cualquier tipo de exégesis".
Este cuadro presenta también lo que Dalí llamó "las imágenes hipnogógicas", imágenes que produce el sueño. El proceso de investigación que le llevó a pintar esta obra, es descrito por Dalí en un importante texto, "El mito trágico del Angelus de Millet". Recuerda el artista cómo "en 1932, a la hora de acostarme, veo el teclado azulado, muy brillante, de un piano cuya perspectiva me ofrece una disminución de una serie de pequeñas aureolas amarillas y fosforescentes rodeando la cabeza de Lenin".
Es también la representación de un recuerdo infantil, en concreto rememora cuando le castigaron en un cuarto oscuro por haber tirado a un niño desde un puente; en ese cuarto encontró una cesta de cerezas, frutas que más tarde aparecerían en sus obras.
www.artehistoria.jcyl.es
Entre 1922 y 1923, y aproximadamente hasta 1928, tiene lugar en la trayectoria de Salvador Dalí la denominada etapa cubista, en la que, en numerosas ocasiones, la influencia de este movimiento se entremezcla con la evocación de motivos procedentes de la pintura metafísica, estos últimos siempre concebidos como pesados volúmenes de apariencia inmóvil e inquietante. De 1923, y del contexto de la mencionada etapa cubista, datan tres de las pinturas existentes en el Museo Reina Sofía, Gitano de Figueres, La Jorneta (paisaje de Cadaqués) y este Autorretrato cubista.
ResponderEliminarEn este autorretrato, Dalí sitúa su propia cabeza en el centro de la composición, perfectamente reconocible entre la complicada maraña de líneas abstractas que constituyen el resto del cuerpo. En la pintura, resulta innegable la influencia de los retratos de Ambroise Vollard o de Daniel-Henri Kahnweiler, realizados por Picasso en 1910, pero, a pesar de ello, Dalí deja en cierta forma su propia impronta en este lienzo, datado en la misma fecha que su famoso Autorretrato con «L'Humanité», perteneciente al Ayuntamiento de Figueras.
Paloma Esteban Leal
www.museoreinasofia.org