jueves, 14 de julio de 2011

MALESTAR EN LA CULTURA

EL EDITORIAL DEL MALESTAR 
Vanesa Guerra

Sacar este nuevo número fue todo un tema. Inevitablemente, el motivo que nos convocaba dejaba una impronta indeseable a la hora de escribir:
"¡¿Sobre eso van a trabajar...?! ¿Ustedes consideran que la gente quiere saber de qué se trata...? ¿Por qué no configuran algo másdiet...?"

Frescos de Orvieto, Los Condenados
L. Signorelli
De todas maneras, nosotros creemos que ante el malestar de este tiempo debemos escuchar, hablar y escribir. Creemos que la cultura de la imagen nos habita y nos ensordece —no cabe duda de ello—. No obstante, también creemos en la cultura de la palabra, aquella que construye y que genera nuevos lugares con buenos aires para respirar y pensar.
¿Que dónde se encuentra esa cultura?
Detrás de la bruma, pequeñeces sensatas que estallan en diminutos acontecimientos.
La cultura de la imagen es masiva, pero la cultura de la palabra repele lo masivo e invita y convoca a la singularidad y a lo subjetivo.
La queja seriada es masiva: son ecos de bullicio; pero el malestar masivo supone historias y seres que vivieron esas historias: no es lo mismo.
Por eso, como publicación transdisciplinaria, convocamos distintas lenguas para que hablen sobre lo que pasa día a día, para que hagan una retórica de la imagen con sus palabras y nos permitan ir más allá del canto de las sirenas.
Nosotros no apostamos a la queja, ni tampoco a hacer de la realidad un show; sin embargo, transitar los secretos de alcoba cotidianos nos lleva a recorrer esos lugares comunes y nos plantea preguntas peculiares al respecto:
¿Qué forma ha adoptado el malestar en nuestros días?
¿Cómo se registra?
¿Dónde está anclada la queja repetitiva y seriada?
Por cierto, no está todo dicho, ni lo sueñen... Además, cuando son tantos los pensadores que mundialmente están de acuerdo en una lectura sobre lo social, verdaderamente hay que alarmarse. Pues ¿dónde están los rebeldes, los que plantean algo distinto? No se sabe. C. Castoriadis sentencia que "no hay lugar para un pensamiento original". Parece que el mundo está achatado saboreando su ombligo... ¡Ay, caramba! ¿Qué está pasando?
¿Y si atravesamos la bruma?
Intentemos decir algo, vale la pena la empresa. Al fin y al cabo, ya hemos dicho que la globalización es un globo que no se sabe quién lo infla.


Frescos de Orvieto, Los Condenados
L. Signorelli

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Comentarios al autor: vmalmsten@hotmail.com
Revista Con-versiones
 www.con-versiones.com

2 comentarios:

  1. El ser humano tiene un su dotación pulsional una buena cuota de agresividad,por lo tanto habita en él la tentación de satisfacer su agresividad en su prójimo,explotarlo,engañarlo,aprovecharse de su patrimonio,usarlo sexualmente sin su consentimiento,humillarlo,infligirle dolores,martirizarlo y asesinarlo.A raíz de esta hostilidad primaria la cultura se encuentra bajo amenaza de destrucción.Parece que la cultura impone tantos sacrificios no sólo a la sexualidad,sino a esta inclinación agresiva del ser humano,que no le permite sentirse dichoso dentro de ella.Qué le pude pasar en este caso a un artista,que su familia(ancianos)fueron asesinados en su ciudad natal¡¡¡¡A veces la sublimación no alcanza para tramitar una corriente pulsional.Desplazó a otra ciudad y otras gentes su dolor?Para pensarlo.Lo de él fueron sólo palabras¡¡¡¡

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  2. Los frescos de Orvieto son evocados por Freud en un vieje en tren,le pregunta a su compañero,si los conoce.Y ahí comienza a evocar nombres sustitutivos:Bo-tticcelli,Bo ltraffio,pero reprime por ser un desconocido el pensamiento acerca de las costumbres sexuales de los Turcos y el suicidio de un paciente en Tra-foi.Su pensamiento se interrumpe por que está vinculado con la Sexualidad y la muerte;además el nombre Si-gnorelli comienza como el suyo Si-gmund.Este es el trabajo que inaugura Freud,trabajando con sílabas,con fonemas.El fresco que evoca trata "Sobre las cosas últimas"ilustra cómo se encadena el olvido de un nombre propio¡¡www.psi.uba.ar

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